Australia y Galicia pugnan por la única mina de coltán de Europa
EXPLOTACIÓN DE TIERRAS RARAS
Una decisión judicial marcará el destino de la mina de A Penouta, actualmente cerrada por problemas medioambientales
La necesidad de explotar las escasos yacimientos de tierras raras existentes en Europa han convertido a la mina gallega de A Penouta –ubicada en la localidad orensana de Viana do Bolo– en un codiciado objeto de deseo para compañías de distintas partes del mundo, a pesar de los inconvenientes que actualmente presenta la extracción de minerales de la misma. Una compañía australiana y un consorcio de dos empresas gallegas aguardan expectantes la decisión final de la Justicia para tratar de operar nuevamente en este yacimiento.
El gran tesoro con el que cuenta esta mina es el tantalio y el niobio, dos materiales con los que es posible sintetizar el coltán, un componente esencial para la fabricación de los microchips que son imprescindibles para la industria de dispositivos electrónicos como los smartphones. La explotación de A Penouta es una de las pocas del mundo ubicada en una zona libre de conflicto, ya que buena parte de las reservas de coltán del mundo se encuentran en países conflictivos del África central.
La compañía canadiense Strategic Minerals se hizo con el control de la mina en 2011 y la explotó hasta octubre de 2023, cuando una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) obligó al cierre de la explotación. Las denuncias presentadas por el colectivo Ecologistas en Acción, que advertían sobre el vertido de metales pesados que llegaban a la cercana zona protegida de Peña Trevinca, condujeron al cierre de la mina, a pesar de que ya contaba con una nueva zona para extraer mineral que había sido aprobada por la Xunta de Galicia en 2022 y que abarcaba 150 hectáreas.
Ante la paralización de la actividad, Strategic Minerals decidió sacar a concurso la explotación y el pasado mes de julio se cerró el procedimiento con dos ofertas presentadas. Por un lado, la compañía australiana Energy Transition Mineral planteaba una oferta final que ascendía a 5,2 millones de euros mientras que el consorcio formado por las empresas pontevedresas Grupo Taboram y Batán Arenal alcanzaba con su propuesta los 5,1 millones. Al tener en cuenta únicamente el precio, la Administración concursal adjudicó inicialmente el proyecto a la empresa australiana.
Decisión final en semanas
Sin embargo, la comunidad de montes propietaria de los terrenos en los que se asienta la mina decidió recurrir ante la Justicia la adjudicación, por considerar que la oferta presentada por la consorcio de compañías gallegas garantiza mejor la futura explotación de la mina y su proyecto empresarial resultaba más apropiado para el desarrollo de la comarca en la que se encuentra. En su proyecto el consorcio gallego planteaba una explotación sostenible de la mina y la creación de casi un centenar de empleos directos cuando la explotación se encuentre a pleno rendimiento.
La comunidad de montes Dehesa da Chanca asegura que la empresa australiana no mantiene contacto con ellos y que además hay un principio de acuerdo con el consorcio gallego para prorrogar la explotación de la concesión por varios años más, mientras que con los australianos no ha habido ninguna negociación en ese sentido.
La decisión final llegará en las próximas semanas por parte de la jueza del Juzgado de Instrucción Nº 4 de Ourense, que tiene las facultades para decidir quien debe de ser el adjudicatario final y su decisión no está totalmente condicionada por la oferta más alta, ya que la ley prevé que se pueden tener en cuenta otros factores (aspectos económicos y sociales de las ofertas) más allá del precio, siempre que las ofertas no estén separadas por más de un 15% del importe total de la adjudicación, como ocurre en este caso.
Nuevo horizonte para la mina
Sea quien sea el adjudicatario final le espera un duro trabajo para poder explotar de nuevo la mina ya que por ahora sigue vigente la prohibición de hacerlo por las razones medioambientales señaladas. Sin embargo, parece ser que el potencial con el que cuenta esta explotación para convertirse en uno de los yacimientos de tierras raras más importantes del continente cuenta más que las dificultades a las que deberán de enfrentarse los futuros adjudicatarios. La resolución de la Justicia abrirá un nuevo horizonte para una mina que ya fue explotada desde los años 30 del siglo pasado para extraer estaño y wolframio. Ahora las nuevas necesidades de la industria le han abierto otras posibilidades de desarrollo.
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