Penouta prioriza una gestión 100% gallega de su explotación

El pasado 29 de julio, el proceso de subasta de la mina vianesa de Penouta entraba en fase de valoración con dos ofertas sobre la mesa. Por una parte, la compañía Energy Transition Minerals, con sede en la ciudad australiana de Melbourne, presentaba una puja de 3,6 millones, mientras que un consorcio formado por dos compañías pontevedresas, Grupo Taboram y Batán Arenal, ambas con sede en Lalín, ofrecían una cantidad que rondaba también los 3 millones de euros.

Finalmente, el precio de los derechos y las instalaciones de la mina de Penouta superó, muy por encima, las cantidades de su propuesta inicial. La compañía australiana ofrecía en la puja final 5,2 millones de euros, frente a los 5,1 de la gallega.

La administración concursal adjudicó la explotación minera a Energy Transition Minerals, sin embargo, la decisión última depende de la titular del juzgado de instrucción número 4 de Ourense, encargada de resolver definitivamente el procedimiento.

Esta propuesta de la administración concursal dista mucho de los intereses de la comunidad de montes en man común de Dehesa da Chanca, propietaria de los terrenos donde se encuentra ubicada la mina vianesa.

Desde la propia comunidad de montes, han puesto en conocimiento del juzgado de instrucción número 4 de Ourense esta circunstancia a través de un escrito. En él, manifiestan que el contrato de arrendamiento del terreno donde se encuentra la unidad productiva expira en los próximos años y que existe un preacuerdo con el grupo conformado por Taboram y Batán Arenal para suscribir uno nuevo. “Dichas sociedades han tenido la responsabilidad de negociar con mi representada con la finalidad de garantizar la continuidad de la unidad productiva”, afirman.

Contraposición

Por contraposición, afirman que la compañía australiana “no ha mantenido contacto alguno con la comunidad de montes, por lo que su oferta no cuenta con ningún acuerdo para poder continuar con la explotación de los terrenos tras vencerse el contrato actual”, lo que pone en entredicho la continuidad de la unidad productiva.

Es por ello que, desde Dehesa de Chanca, no contemplan otro arrendamiento que no sea a las empresas gallegas, con quienes sí han mantenido negociaciones.

Argumentan que esta decisión se basa en diversos motivos. Entre ellos, el capital social de Energy Transition es muy reducido y su patrimonio neto es negativo, lo que la sitúa en causa de disolución. Además, no dispone de activos fijos según las cuentas anuales, a pesar de afirmar que cuentan con maquinaria especializada y medios técnicos.

También se cuestiona la seriedad del plan de negocio por su falta de concreción en plazos e inversiones. De igual forma se denuncia que los proyectos mineros desarrollados por la australiana en Salamanca continúan sin estar en explotación, lo que despierta la desconfianza sobre el verdadero interés de las actividades, sugiriendo posibles intenciones especulativas.

Para los vecinos de Penouta, que la oferta esté condicionada a autorizaciones legales en materia de inversión extranjera es otro aspecto crítico que genera incertidumbre sobre la viabilidad de la operación.

“Si se comparan ambas ofertas es obvio que la de Grupo Taboram, S.L. y Batan Arenal, S.L.es mucho mejor que la de la de “Energy Transition Minerals Spain, S.L.” en otros aspectos distintos del precio y de las cuestiones laborales”, afirman. Entre ellos destacan la solvencia financiera y técnica, el plan de negocio o la garantía de la continuidad de la unidad productiva, reforzando así el argumento en contra de la adjudicación.

“A comunidade de montes reuníuse cos veciños do pobo e a decisión é unánime. Taboram e Batan son empresas que coñecemos, que se sentaron a falar con nós e nas cales temos confianza, afirma Domingo Martínez, secretario de la comunidad de montes y vecino del lugar.

Última palabra

Penouta ha movido ficha, y lo tiene claro: una gestión 100% gallega de su explotación. Ahora, la jueza que instruye el caso tiene la última palabra y es que, en el marco de un concurso de acreedores, si existen varias ofertas con una diferencia económica inferior al 15%, el juez puede adjudicar los bienes o unidades productivas atendiendo a otros criterios no exclusivamente económicos.

Así, la mina de Penouta podría ser perfectamente adjudicada a Grupo Taboram y Batán Arenal si estos demostraran, por ejemplo, un mayor compromiso con el mantenimiento del empleo, un mejor plan para la continuidad de la actividad o una mejor relación con el entorno social, medioambiental o institucional.