Bolsonaro condenado a prisión domiciliaria por violar las medidas cautelares

La Corte Suprema de Brasil ha ordenado la prisión domiciliaria del expresidente Jair Bolsonaro, tras determinar que el expresidente incumplió restricciones judiciales impuestas en el marco del proceso que enfrenta por su presunta participación en un intento de golpe de Estado.

El Supremo Tribunal Federal ha prohibido a Bolsonaro recibir visitas, salvo las de familiares cercanos y abogados. También ordenó a la Policía Federal allanar su residencia en busca de teléfonos móviles y otros dispositivos que pudieran ser utilizados para comunicarse por redes sociales, en aparente violación de las medidas cautelares.

De acuerdo con el fallo, Bolsonaro habría desobedecido la prohibición de enviar mensajes por redes sociales —ya sea desde sus cuentas o a través de terceros— y no cumplió con la obligación de usar la tobillera electrónica ni de permanecer en casa durante las noches y los fines de semana.

La medida ha provocado una cascada de reacciones. Una de las más significativas ha sido la su propio hijo y senador Flávio Bolsonaro, quien calificó la decisión como “cobarde” e “inmoral” y anunció que pedirá al Senado el inicio de un proceso para la destitución del juez De Moraes, a quien acusó de actuar sin fundamentos.

Bolsonaro enfrenta una serie de procesos judiciales por su presunto papel en la crisis institucional que estalló tras su derrota electoral en 2022 ante Luiz Inácio Lula da Silva. Según la Fiscalía, el exmandatario no solo cuestionó sin pruebas la validez del proceso electoral, sino que también habría alentado planes para impedir la toma de posesión de Lula, incluyendo acciones violentas y hasta el supuesto intento de asesinar al actual jefe de Estado.

El caso más grave se relaciona con el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado brasileño, ocurrido el 8 de enero de 2023 y protagonizado por miles de simpatizantes bolsonaristas.

Sin embargo nada de esto en nuevo en Brasil. Bolsonaro se convierte así en el cuarto expresidente brasileño arrestado desde 1985, junto con Lula da Silva, Fernando Collor y Michel Temer. Su defensa sostiene que no ha violado ninguna medida judicial y que el contenido leído en las marchas “no constituye delito”.