El impulso tecnológico, la asignatura pendiente para la Unión Europea

La inteligencia artificial y la fabricación de chips son dos de los pilares que reafirman el liderazgo tecnológico de las más importantes economías del mundo, una situación en la que Europa debe dar un paso adelante para evitar descolgarse de zonas como Norteamérica y Asia.

Hace casi un año Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exprimer ministro italiano, recibió el encargo de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, de elaborar el diagnóstico y un ambicioso recetario para revitalizar la economía europea y fortalecer su competitividad frente a Estados Unidos y China.

Draghi, que expuso este informe a principios de septiembre, destaca que “solo cuatro de las 50 mayores empresas tecnológicas del mundo son europeas”, una situación compleja para el viejo continente, y para la que el economista italiano propone una nueva estrategia industrial europea para revertir esta realidad,

La industria que plantea Draghi, respaldada también por la Comisión Europea, se basa en tecnología limpia, bajas emisiones de carbono, inteligencia artificial y una apuesta decidida por el impulso a la formación de los trabajadores. Además, el informe subraya que la primera misión de la Unión Europea debe ser “reorientar profundamente sus esfuerzos colectivos para cerrar la brecha de innovación con Estados Unidos y China, especialmente en las tecnologías avanzadas”.

Entre los puntos clave está conseguir que la política industrial de cada país debe estar plenamente alineada con la estrategia industrial europea, además de no dejar pasar la apuesta por las nuevas inversiones tecnológicas, y la gestión activa de sistemas de eficiencia digital. Para poder hacer frente a todos los retos, Draghi considera que es necesaria una inversión de unos 800.000 millones anuales, cerca del 4,7% del PIB de la UE.