Rusia lanza un nuevo ataque con misiles y drones sobre Kiev y Odesa

Durante la madrugada de este martes, Rusia llevó a cabo un ataque nocturno masivo con misiles y drones atacando a las ciudades de Kiev y Odesa en Ucrania, causando al menos dos muertos, cerca de una decena de heridos y múltiples daños en infraestructuras civiles, según han informado esta mañana las autoridades locales.

El bombardeo incluyó más de 300 objetivos aéreos, entre ellos drones iraníes Shahed y misiles balísticos y de crucero, de los cuales 284 habrían sido interceptados por las fuerzas ucranianas, de acuerdo con reportes oficiales. A pesar de la alta tasa de intercepción, varias zonas residenciales fueron impactadas, provocando incendios, daños estructurales y el despliegue de equipos de emergencia en distintos distritos.

Ucrania, atacada de nuevo

En Odesa, al menos diez drones alcanzaron áreas civiles, golpeando una maternidad, un centro médico, una estación de tren, un polideportivo y hasta el zoológico local. El gobernador de la región, Oleg Kiper, confirmó las muertes y destacó que se logró evacuar a tiempo a los pacientes y personal de la maternidad, evitando una tragedia mayor. Por otra parte, en Kiev, en los distritos de Darnitski, Obolonski y Shevchenskivski fueron los más afectados, donde se reportaron múltiples explosiones y se activaron los refugios antiaéreos. El alcalde de la capital, Vitali Klitschko, hizo un llamado a la ciudadanía a permanecer en resguardo mientras se atendían las emergencias.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, condenó enérgicamente el ataque y pidió a Estados Unidos y Europa la imposición de nuevas sanciones contra Moscú. "Rusia ataca deliberadamente infraestructura civil usando tecnología iraní y norcoreana. La comunidad internacional no puede seguir mirando hacia otro lado", declaró Zelensky.

Esta nueva escalada forma parte de una campaña aérea intensificada por parte de Rusia, que ha optado por saturar las defensas ucranianas mediante oleadas sucesivas de drones y misiles, dificultando la capacidad de reacción de los sistemas antiaéreos. Según analistas, la ofensiva busca debilitar no solo la infraestructura militar, sino también la moral civil y la estabilidad interna del país.

El ataque coincide con negociaciones diplomáticas en curso entre Kiev y Moscú para el intercambio de prisioneros y cuerpos, un proceso ahora amenazado por el agravamiento de las hostilidades. Ucrania ha reiterado que cualquier acuerdo de cese al fuego debe incluir garantías de seguridad y la retirada total de las fuerzas rusas, apoyado por un mayor respaldo militar de Occidente.