Siria lanza la alfombra roja al mundo
ORIENTE MEDIO
Las nuevas autoridades sirias, con Ahmed al Shara a la cabeza, intentan ofrecer confianza a la comunidad internacional, con la mirada puesta principalmente en Occidente, ante la nueva etapa que se abre en el país tras la caída de Bashar Al Assad
Una larga y mullida alfombra roja es precisamente lo primero que ven al llegar al Palacio del Pueblo quienes desde el pasado 8 de diciembre se desplazaron hasta Damasco para reunirse con el nuevo líder de facto del país. Conocido hasta entonces a nivel internacional por su nombre de guerra de Abú Mohamed al Golani y como líder del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), Al Shara recuperó su nombre real y abandonó la indumentaria militar de sus años de armas. Ahora, recibe ataviado con un traje oscuro y corbata a quien le visita a la puerta de este palacio en el que en su día Al Assad acogía a los dignatarios extranjeros y donde se encontró una importante colección de coches de lujo.
Junto a su invitado, Al Shara recorre el largo vestíbulo de entrada hasta la sala de reunión, caminando por una mullida e impoluta alfombra roja que varios operarios se encargan de peinar con mimo después de que alguien la haya pisado. Porque en la nueva Siria los detalles y las apariencias se cuidan, igual que se cuida el mensaje que se quiere hacer llegar al mundo desde que Al Assad partió rumbo a Moscú tras una ofensiva relámpago abanderada por HTS y otros grupos rebeldes sirios.
Llamada a la unidad
Hasta ahora, la música que emiten las nuevas autoridades suena bien a los oídos de quienes la escuchan, entre ellos el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, que se reunió con Al Shara el pasado 16 de enero. El nuevo “hombre fuerte” del país dejó claro a todo aquel que quiso escucharle en estas semanas que no busca la venganza y que una vez derrocado Al Assad debe darse por terminada la revolución y debe iniciarse la construcción de un nuevo Estado.
Siria es un país de mayoría suní en el que conviven otras minorías como cristianos, drusos y alauíes, el grupo al que pertenecía la familia Al Assad y que controló la vida política y militar durante las últimas cinco décadas. A esto se suma una importante minoría kurda que durante los casi catorce años que duró la guerra civil consiguió forjar una entidad propia en el noreste del país sustentada en las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por Estados Unidos.
Las FDS tienen como principal elemento a las YPG, las milicias kurdas sirias a las que Turquía vincula con la organización terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), de ahí el que en las últimas semanas se produjesen enfrentamientos con el Ejército Nacional Sirio (ENS), un grupo rebelde respaldado por Ankara.
El kurdo es sin duda uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las nueva autoridades, que en todo momento envió mensajes conciliadores. En una entrevista con Al Arabiya, Al Shara aseguró que había conversaciones con las FDS para intentar resolver esta cuestión y que sus combatientes puedan integrarse en el futuro Ejército y dejó claro que “no habrá división de Siria” puesto que los kurdos son una parte integral del país.
En cuanto al resto de minorías, desde el primer momento hubo instrucciones para respetarlas, si bien se produjeron algunos incidentes puntuales que las nuevas autoridades trataron de resolver lo antes posible.
Diálogo nacional
La clave aquí será el diálogo nacional que prometió Al Shara. Por el momento no hay fecha para su celebración y las autoridades trasladaron que están trabajando para lograr que sea lo más representativo posible. El principal cometido de este diálogo es trazar una hoja de ruta para la construcción de una nueva Siria mediante la creación de comités encargados de elaborar una nueva Constitución y la disolución de los distintos grupos armados en un nuevo Ejército.
En cuanto a los plazos, Al Shara indicó en la citada entrevista que la Constitución podría estar lista en unos tres años y el país podría celebrar elecciones en un plazo de cuatro años. Será la futura Carta Magna la encargada de garantizar los derechos de todas las minorías y también de las mujeres, otro de los temas que genera preocupación en las capitales occidentales.
Respecto a esta cuestión, el ministro de Exteriores sostuvo la pasada semana en el Foro de Davos que “el pueblo sirio no está dividido en minorías”. “Siria será para todos los sirios”, aseveró, rechazando hacer distinciones.
En cuanto a las mujeres, aseguró que estas también tendrán un papel que desempeñar en la futura Siria y el Gobierno interino garantiza sus derechos. Además, dijo que habrá mujeres en cargos de poder y recordó que de hecho la gobernadora del Banco Central es una mujer, “y ahora el dinero es lo más importante en Siria”, ironizó.
Disolución de los grupos armados y levantamiento de las sanciones
Por lo que se refiere a la disolución de los grupos armados, Al Shara aseguró desde el primer momento que HTS dejará de existir. El grupo tiene su origen en el Frente al Nusra, la que fuera en su día filial de Al Qaeda en Siria, lo que genera ciertas suspicacias. Aunque Al Shara, entonces Al Golani, rompió con Al Qaeda en 2016, en las filas de HTS figuran varios grupos yihadistas que aún tienen vínculos con la organización que fundó Usama bin Laden.
También existe el temor a que Estado Islámico pueda aprovechar las nuevas circunstancias en Siria para recuperar terreno. Respecto a esta cuestión, Al Shara prometió que seguirá combatiendo a Estado Islámico como lo hizo en el pasado su grupo y también aseguró que Siria no será una amenaza para los países de la región, lo que incluye a Israel.
En este contexto, las nuevas autoridades sirias pidieron que se levanten las sanciones, esgrimiendo que estas se impusieron contra el régimen de Al Assad, y ahora ya no está al mando, y que quien sufre las consecuencias son los ciudadanos. “La víctima y opresor no deberían ser tratados igual”, sostuvo Al Shara a la BBC. “Las sanciones son el principal desafío al que se enfrenta Siria”, recalcó a su vez el ministro de Exteriores en Davos. Por lo que parece, este mensaje comenzó a calar, sobre todo en la UE. En este sentido, seis estados miembros, entre ellos España, Francia y Alemania, propusieron un levantamiento gradual de la sanciones, que se debatirá hoy en Bruselas.
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