Familias holandesas frenan la despoblación en O Seixo

LUCHA CONTRA LA DESPOBLACIÓN

Una ya abrió su propio negocio en O Barco, mientras que otros optan por el teletrabajo

Publicado: 05 mar 2025 - 04:00 Actualizado: 05 mar 2025 - 11:43

Fairuz y Mahdi Damiri en su tienda del centro de O Barco.
Fairuz y Mahdi Damiri en su tienda del centro de O Barco. | José Cruz

Hace 15 años, la aldea de O Seixo (O Bolo) tenía 26 habitantes. Siete años después, en 2022 -último dato al que tuvimos acceso-, el censo se había reducido a poco más de la mitad, 14, un proceso de despoblación que amenazaba con vaciar este núcleo valdeorrés, pero que se frenó con la llegada de personas de otros países, principalmente familias holandesas y también de Francia. Todos ellos en busca de tranquilidad. También hay que hablar de otras gentes que llegaron desde otros puntos de España. Es más, hubo quien, llegada desde Holanda, adquirió una segunda casa en otro punto de O Bolo, Valbuxán, para residir, al mismo tiempo que arregla la primera que adquirió en O Seixo.

Hay quienes ya se establecieron definitivamente en tanto que otros alternan la aldea con su país de origen

Un ejemplo de familia holandesa que encontró en O Seixo su residencia ideal es el matrimonio formado por Mahdi Dammiri y Susan Noorland. Llegaron con sus dos hijos, Malik y Shariva, que ya estudian en el colegio Manuel Respino y el instituto Cosme López, ambos de A Rúa. La hermana de Fairuz, Mahdi conoció el lugar gracias a un amigo y ambos se vinieron a O Bolo sin pensárselo dos veces. “Nos gustó por la tranquilidad”, comentó Mahdi. “Mi padre vino de vacaciones y le encantó. Compró esta casa por la tranquilidad que hay aquí”, corrobora momentos antes su hija.

Llegaron en octubre de 2022 y hace un par de meses, los hermanos abrieron “Damiri. Un mundo de sabores”, un establecimiento ubicado en la avenida de Marcelino Suárez, en pleno centro de la villa de O Barco de Valdeorras, asegurando que la respuesta de la población fue más que favorable. Aquí ofrecen delicias saladas y dulces para llevar. Entre las primeras están el bocadillo Damiri o el Msemmen Damiri, entrando el Súper Stroopwafel Damiri y el Clásico Damiri Poffertjes entre las segundas. Además, crearon “Damiri’s. Trabajos y obras”, una empresa dedicada a los movimientos de tierra y pavimentación.

Shariva y Malik Damiri en O Seixo.
Shariva y Malik Damiri en O Seixo. | José Cruz

Entre la más de media docena de casas reabiertas en O Seixo por personas foráneas también hay quienes alternan el domicilio de su país de origen con la aldea bolesa para “cargar las pilas” o quienes se dedican al teletrabajo desde su vivienda. Son seis las familias llegadas de otros países a un pueblo donde la alcaldesa pedánea es de nacionalidad checa.

El alcalde de O Bolo, Alberto Vázquez, confirmaba que todas las familias que llegaron a esta aldea en los últimos años “seguen alí”. No hace mucho, el regidor recordaba que antes de que comenzasen a aterrizar en ella apenas quedaban dos casas habitadas en el lugar, cuando en la actualidad es fácil encontrarse con niños jugando en sus calles.

La integración es total. Tanto es así que en los últimos días, extranjeros y nacionales se reunieron en un local para celebrar juntos el Entroido.

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