El “músculo” ourensano de la Cruz Roja se citó en Carballiño

El XXI Encuentro de Voluntarios de la Cruz Roja en Ourense se celebró ayer en O Carballiño, reuniendo a más de 150 voluntarios y voluntarias en una cita en la que además de compartir experiencias, se reconoció el compromiso y el buen hacer de estas personas, además de invitar a reflexionar sobre su papel en la sociedad actual. La Cruz Roja en Ourense cuenta con un elenco de más de 2.600 personas voluntarias que colaboran diariamente en los proyectos de la organización.

Al acto asistieron un amplio abanico de autoridades, entre las que se encontraban María Alida Iglesias, jefa de la unidad de Género de la Subdelegación del Gobierno; Manuel Pardo, delegado territorial de la Xunta, Patricia Torres, alcaldesa de Boborás y diputada provincial, junto a José Castro-Gil, alcalde en funciones del Concello anfitrión, además de otros concelleiros y regidores de la comarca.

El presidente comarcal de la Cruz Roja en Carballiño, Tomás Cerezal Sánchez, fue el maestro de ceremonias, afirmando sentirse “comprometido co labor humanitario da organización e a acción local, con todo o traballo que estamos a facer aquí no Carballiño”, haciendo hincapié en que “fomos e somos terra de emigrantes”.

Felipe Ferreiro, presidente provincial de Cruz Roja en Ourense, afirmó que “a Cruz Vermella é unha organización viva”, destacando la capacidad de adaptación del voluntariado “ás necesidades da sociedade” en situaciones inesperadas.

Ferreiro destacó “a constancia do voluntariado, do labor desinteresado, sensible ante a dor e os problemas de quen nos rodea”, unos valores que continúan a pesar de que “hai persoal da Cruz Vermella e da Media Lúa Vermella que perde a vida prestando asistencia porque non se respecta o dereito internacional humanitario”, apuntó el presidente, y recordó que “nin o persoal humanitario, nin sanitario, nin a poboación civil poden ser un obxectivo”.

No quiso terminar sin recordar que el “carácter voluntario é un dos principios fundamentais da nosa organización”, siendo la base del movimiento, “xunto ao noso código ético, que temos que asumir e cumprir escrupulosamente”, ya que la Cruz Roja es “unha organización da sociedade para a sociedade”.

Reconocimientos

Durante el encuentro, la Cruz Roja realizó un reconocimiento a la trayectoria de más de 20 voluntarios, haciendo entrega de cuatro medallas de bronce y diecinueve diplomas de reconocimiento a la acción voluntaria.

Los galardonados, que eran desconocedores de este reconocimiento hasta el momento de la entrega, lo vivieron con mucha emoción a pesar de que “este protagonismo no sea lo que buscamos cuando venimos a Cruz Roja”, explicó María Esther Cruz Rodríguez, responsable de “hablar en nombre de todas las personas que acabamos de recibir este reconocimiento”, y merecedora de una medalla de bronce, junto a Francisco González Soto, María Rosario Almuiña Cambeses y Sara Barja Rodríguez.

Otras diecinueve personas recibieron el diploma de reconocimiento a la acción voluntaria, que fueron entregados por los representantes institucionales que acudieron al acto.

También se hizo una mención especial para todo el voluntariado de la provincia de Ourense que participó en los dispositivos de la dana de Valencia y la ola de incendios del pasado agosto, extendiéndolo a todo el voluntariado gallego.

Asímismo, también se homenajeó al trabajo de voluntariado de Protección Civil, a los miembros de la Unidad Militar de Emergencias y la Brilat, a las brigadas de extinción gallegas y de fuera, así como a la “valentía” de la población afectada por los incendios.