Adega Laudes, en Cenlle, experimenta en sus viñas con tracción animal

VIÑEDOS

La mula Trigueña del manchego Rodrigo Gómez labra tres viñedos Lázaro Moreno, sustituyendo al tractor y siguiendo el modelo de bodegas punteras de España y de Francia.

Publicado: 04 ene 2025 - 05:00 Actualizado: 04 ene 2025 - 21:27

Adega Laudes apuesta por la tracción animal para sus viñas

La mecanización de las labores agrícolas ha marcado un antes y un después para los productores, al facilitar su trabajo reduciendo esfuerzos, al mismo tiempo que se ganaba en rentabilidad. En la actualidad, en la Denominación de Origen Ribeiro, al igual que en las restantes de la provincia se utiliza la maquinaria y también las nuevas tecnologías para poner a punto la tierra, el cuidado de la vid, para vigilar la evolución del fruto e incluso en algunos casos, cuando el tamaño de los viñedos lo permite, para vendimiar.

Por eso, la recuperación de las labores tradicionales, por ejemplo para arar el terreno, sorprende a estas alturas cuando se pensaba que ya habían sido descartadas y que la tracción animal era algo prácticamente residual que pertenecía al pasado. Sin embargo, nada más lejos, porque este año el “colleiteiro” de Adegas Laudes (Cenlle), Lázaro Moreno, recupera las viejas costumbres, siguiendo los modelos de algunas bodegas de Francia, La Rioja, Cataluña o el Bierzo, entre otros lugares, que apuestan por un trabajo de precisión más respetuoso con el suelo y con el medio ambiente.

Lázaro Moreno cuenta para ello con el manchego afincado en Ourense, Rodrigo Gómez, y con su mula Trigueña, que están trabajando los mejores viñedos de esta bodega cuya cosecha se destinará a la elaboración de sus dos vinos más exclusivos Laudes.

Rodrigo Gómez asegura que “la tracción animal la utilizan bodegas punteras, aunque en Galicia aún es novedad. En otros lugares de España el repunte se ha producido en estos últimos cinco años y va creciendo, también en función de los trabajadores que nos vamos especializando”. Así, señala como principales beneficios el cuidado de la tierra, que cualquier máquina compacta demasiado dañando su biodiversidad, además de un mejor cuidado de las raíces de la vid “y eso se traduce en la calidad de la uva”, matiza.

Con la utilización de animales se cuida la biodiversidad del suelo y las raíces de la vid

La principal ventaja es la calidad del producto final”, apunta Lázaro Moreno, este “colleiteiro” que siempre busca la excelencia en sus vinos y que ya se adelantaba en la realización de la vendimia nocturna para conservar intactas todas las propiedades de la uva. “Directamente, favorece el suelo y las raíces de las cepas, indirectamente eso influye en la calidad de la uva”, matiza.

De esta forma, Rodrigo Gómez y Trigueña comenzaban en estos días su trabajo en los tres viñedos elegidos para el vino Laudes, que ya ha sido premiado en concursos de Burdeos, Londres y Bruselas, pese a que hace tan solo dos años que está en el mercado con menos de 5.000 botellas. “Los viñedos tienen 25 años, pero la bodega la he montado hace seis”, explica el “colleiteiro”.

Trigueña parece realizar su trabajo sin apenas esfuerzo. Rodrigo la engancha al arado de hierro adaptado para las labores en la viña y con un lenguaje que solo entienden entre ellos, arranca la faena de voltear la tierra entre las vides. Rodrigo Gómez supo del auge de la tracción animal en una vendimia en Francia y una vez que conoció y se enamoró de Galicia se asentó primero en Arnoia y ahora en Gomesende, iniciándose en la profesión con la Asociación Galega de Tracción Animal. En próximos días viajará a La Rioja para trabajar en una importante bodega y también a Portugal para recoger la madera de bosques protegidos.

Contenido patrocinado

stats