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EMPIEZA EL JUICIO
La Audiencia Provincial acoge a lo largo de la semana el juicio por el crimen de Cortegada. Cristina R.V se sienta en el banquillo, acusada de matar en 2021, con 26 años, a José, un hombre de 53 de Cataluña al que había invitado a desplazarse a su casa de Rabiño, en Cortegada, tras conocerlo unas semanas antes por Internet.
La Fiscalía solicita por estos hechos la pena de 18 años de prisión para la acusada, así como el pago de una indemnización de 70.000 para la hija del asesinado y de 65.000 euros para la madre, con las que la víctima convivía en Cataluña. Los hechos serán enjuiciados por un jurado popular.
Cristina y José se conocieron en agosto de 2021 a través del chat de citas Jaumo. Ella estaba divorciada y residía en Rabiño, mientras que él era viudo y vivía en Cataluña. Tras una buena sintonía por teléfono, José cogió un vuelo el día 20 de agosto desde a Barcelona a Peinador solo 11 días después del primer contacto entre ambos. En el aeropuerto lo esperaba la joven y juntos se desplazaron a Rabiño.
En persona tardaron poco en comenzar a discutir. En los tres días que la investigación cree que convivieron, hubo constantes peleas. Ella quería que se marchase de su casa, pero él estaba enamorado y rechazó el dinero que la joven le ofreció para costearse el viaje a Barcelona.
La investigación sostiene que entre el 23 y 24 de agosto de 2021 la encausada suministró a la víctima una cantidad no determinada de un medicamento hipnótico y otro antidepresivo. Después, presuntamente utilizó un almohadón para asfixiar y matar al varón.
Según sostiene el Ministerio Fiscal, Cristina llevó posteriormente el cadáver de José al jardín de su vivienda, donde realizó varias hogueras para quemar el cuerpo. Además, supuestamente fragmentó los restos de la víctima con una pala y lo redujo casi a cenizas, a excepción de los restos óseos que quedaron tras el fuego, y el pie izquierdo.
La desaparición sin rastro del hombre extrañó a su familia. La Guardia Civil dio inició a su investigación y centró sus pesquisas en Cristina, la última persona que lo vio con vida. Todo estalló en diciembre de 2021, cuando la joven, que presenta problemas psiquiátricos confesó en una consulta médica que se había encontrado al hombre muerto y por ello decidió descuartizar el cuerpo, quemarlo y enterrarlo. Fue detenida días después y durante el registro judicial de su vivienda, solicitó hablar con la jueza y confesó ser la autora del crimen. Durante el juicio tendrá la oportunidad de ratificarse en su primera declaración, ampliarla o matizarla.
Una de las cuestiones clave durante el juicio tendrá ver con el estado mental de la acusada. La Fiscalía admite una “limitación moderada de la voluntad” en relación con la muerte, no así con la manipulación del cadáver. Además, en el escrito se recoge una atenuante de alteración psíquica. Estos dictámenes sobre la capacidad de Cristina serán claves para que jurado y magistrado determinen si se aplican atenuantes o eximentes de la responsabilidad.
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