Oleada solidaria en Castrelo de Miño para realojar a la familia que perdió su casa en un incendio

Castrelo de Miño muestra su cara más solidaria en este Nadal y se vuelca totalmente en ayudar a la familia que perdió su vivienda por causa de un incendio en la Nochebuena pasada. Raúl Sampedro Ferreiro y sus dos hijos, Raúl de 16 años y Luis de 17, se quedaron con lo puesto al quedar la casa de sus antepasados prácticamente calcinada y sin posibilidad de recuperar.

El alcalde de Castrelo de Miño, Avelino Pazos y la trabajadora social, Inma Victorino, iniciaron este jueves un recorrido por distintas localidades como Nogueiredo y Casardeita con el fin de encontrar una nueva vivienda entre las muchas que están a la venta en este municipio.

Las autoridades locales pretenden comprar un inmueble que se ajuste a las necesidades de los afectados y para ello tomarán todas las medidas que sean necesarias, pidiendo ayuda a distintas instituciones y mediante una colecta popular que ya está en marcha a través de la cuenta bancaria de la parroquia de Santa María de Macendo: ES16 2080 5288 8630 0035 5650, en la que se pueden ingresar los donativos de ayuda a Raúl Sampedro y sus hijos.

Objetivo

“Pretendemos comprar unha vivenda na que poidan vivir dignamente”, explica el regidor municipal. Así, en la mañana de ayer la última que visitaron está en Casardeita, en la parroquia de Macendo. Un inmueble deshabitado desde hace poco tiempo y que, pese a necesitar algunas reparaciones, reúne las condiciones para acoger a la familia.

En días sucesivos continuarán la búsqueda, mientras se reciben los donativos y ayudas para conseguir el objetivo.

Entre tanto, al concello llegaron un total de cinco ofertas de vecinos de Castrelo de Miño que ceden temporalmente y de forma gratuita casas que tienen cerradas o a la venta, hasta que se solucione la situación, y que también están visitando los responsables municipales y la familia.

Tanto el padre como los hijos, todavía conmocionados por lo sucedido, se muestran agradecidos por la preocupación y generosidad mostrada tanto por las autoridades municipales como por los vecinos. Desde el incendio se alojan en un hostal que puso a su disposición el Concello de Ribadavia, en donde trabaja el padre en el servicio de limpieza.

Raúl Sampedro Ferreiro hace cinco años que retornó de Venezuela y explicaba que “mi padre es de Avión y mi madre de Castrelo de Miño. Yo me crié con mis abuelos aquí en la casa que se quemó y después siempre veníamos de vacaciones”. La crisis en Venezuela fue la razón de su retorno y hace dos años que también llegaron a Castrelo sus dos hijos.

“Nos avisó una vecina sobre las tres de la tarde porque nosotros habíamos salido a comprar”, recuerda de aquella tarde en la que cuando llegaron a su casa intentaron sofocar el fuego, pero fue totalmente inútil, “porque incluso los bomberos con dos mangueras no pudieron apagarlo”. “Era la casa de mis abuelos, la habíamos restaurado y tenía una parte con planchada y otra con suelo de madera y el faiado todo de madera, así que solo quedaron dos columnas en la parte antigua y ardió también la bodega”.

Apoyos

La familia ya ha recibido en estos pocos días ropa suficiente, además de todo tipo de ayuda desde la parroquia contando con el apoyo del cura y también de Cáritas de Ribadavia, al mismo tiempo que son acogidos por distintos vecinos para comer.

Quedarse sin casa es muy duro y también lo es perder todas aquellas cosas que los vinculaba con el pasado como un reloj de pared de 100 años de antigüedad que pertenecía a sus abuelos y que todavía funcionaba, las fotografías, documentación… “se salvó el libro de familia y los pasaportes de mis hijos, aunque están medio chamuscados”, apunta el padre, que sospecha que el origen del fuego pudo ser un cortocircuito, “aunque estoy totalmente seguro de que lo apagué todo, solo quedaron enchufados la nevera y el congelador”. El alcalde destacaba la solidaridad “que engrandece a este pobo”.