Ánimo, Alberto

El comportamiento que últimamente estamos viviendo en el Congreso de los Diputados ya no corresponde a las pautas habituales de educación. Antes los diputados respetaban las intervenciones y siempre manteniendo la conducta. Incluso hablando con exparlamentarios del PP y del PSOE, en estas contiendas de debates, manifiestan que ya las actuaciones de la cámara baja no responden a las buenas prácticas.

Recientemente, la comisión remitió a Pleno las reformas del Reglamento, una de ellas sobre el código de conducta. El caso es que, textualmente, se recoge que “la propuesta únicamente establece un código de conducta y un régimen sancionador para aquellos que falten al respeto, quiebren el decoro parlamentario o, en definitiva, mantengan un comportamiento inadecuado”. Por favor, cuanta falta de respeto, cuanta falta de decoro, y sobre todo, qué falta de comportamiento y más aún, cuantas acciones inadecuadas.

Nos referimos al dialogo entre los parlamentarios de todos los partidos políticos, pero principalmente cuando el debate acontece entre el jefe del ejecutivo y el jefe de la oposición. Y especialmente, el más reciente debate surgido en el Congreso.

Cuando el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, intervenía para anunciar en “el Congreso de los Diputados que utilizará la mayoría absoluta del PP en el Senado para citar a Pedro Sánchez a declarar en la comisión de investigación del “caso Koldo” antes de que acabe octubre”. Y continuó: “Se acabó la huida. Usted será citado en el Senado y tendrá que decir la verdad”, y añadió “usted es el máximo responsable de todo. Está tan pringado como ellos”. Tras los lógicos aplausos de los integrantes del PP, la presidenta del Congreso le da de nuevo la palabra a Pedro Sánchez, quien en una escueta respuesta, le ha contestado: “Ánimo, Alberto”.

Ni siquiera se ríen con decoro o moderadamente

Esta viral respuesta del jefe del PSOE a Feijóo, que desató las risas de entre los compañeros socialistas. Es más, sobre todo fueron unas “risotadas” ostentadores y sonoras, como la de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda: María Jesús Montero Cuadrado, la eterna compañera que siempre se ocupa del asiento contiguo al del jefe y quien nunca se priva de protagonizar momentos de desatada hilaridad. Ni siquiera se ríen con decoro o moderadamente.

Y por supuesto, dos habituales “troneros” socialistas matizaron lo que dijo Sánchez. Primero Puente: “Es evidente y, creo que no es ningún secreto y sí algo muy extendido, que Núñez Feijóo no da la talla. Está atascado, es un político vacío”. Y luego Patxi López: “Había que verle la cara que tenía”, quien restó trascendencia al comentario del presidente y enmarcándolo en el tono habitual de los enfrentamientos parlamentarios”.