El código ético de los socialistas

Publicado: 10 dic 2025 - 02:40

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Con el tinglado que ha montado el PSOE, no da abasto de ponerse al día en todos los “berenjenales” que tiene. Porque se le acumulan por doquier entre casos judiciales, dirigentes socialistas entre rejas, la mujer del presidente pendiente de que resuelvan el posible tráfico de influencias y corrupción o su hermano que está acusado por un presunto delito de prevaricación y tráfico de influencias, por no hablar de los otros altos cargos involucrados por sus “comportamientos inadecuados” con varias mujeres que los han acusado. Y por no hablar de los gastos que ahora mismo están vinculados a las “mordidas” de Ábalos o de Koldo.

Es oportuno ahora sacar a colación el Código Ético y de Conducta que ha sido aprobado por el Comité Federal del PSOE el 18 de marzo de 2023 y que entró en vigor al día siguiente de su aprobación y que “permanecerá vigente en tanto no se apruebe su revisión o modificación”. Pues bien, decimos que ahora procede este Código porque el mismo se está incumpliendo. Al principio del mismo se dice que “el socialismo es tanto un proyecto político transformador como una vivencia ética personal y colectiva que contribuye a la salud democrática de la sociedad” y a continuación se refiere a que “la crisis económica y los casos de corrupción de la pasada década reavivaron tensiones sociales y socavaron la confianza cívica en los responsables políticos y las instituciones, incrementando también la vigilancia y las exigencias de la opinión pública en cuanto a integridad personal y la coherencia ética de sus gobernantes”.

Por ese motivo es de enorme interés, tal y como se dice en este Código: “Queremos enfrentar con rigor y sin ninguna ambigüedad cualquier forma de corrupción personal u organizada que anteponga cualquier interés particular al general” y el mismo refleja el “espíritu y los valores y pautas de actuación que sirven de ‘brújula’ en los procesos de adopción de decisiones y resolución de dilemas éticos o morales”. Pues tienen trabajo por delante. Y prosigue: “Uno de los valores que definen la forma de actuar en el PSOE es la honestidad y confianza entre las personas que conforman el Partido para prevenir, detectar y erradicar conductas irregulares”.

El la ética socialista se hace más dura pues “el partido está plenamente comprometido con la igualdad entre mujeres y hombres, para prevenir el acoso sexual o por razón de sexo. Por ello, solicitar, aceptar u obtener un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración se considera absolutamente incompatible con la militancia en el PSOE”. Como decimos, se le acumula el chollo. Y en este Código Ètico socialista se contempla que “cualquier persona candidata o cargo público del PSOE, antes de acceder al ejercicio de cualquier responsabilidad, deberá firmar el Compromiso Socialista, en la que declara no haber incurrido en delito alguno ligado a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales”. Pues tienen que volver a repasar este texto si quieren que se adecuen a lo que proponen, porque, se dice también que “en el caso de que resulte judicialmente investigado, dará cuenta de forma inmediata de las concretas acusaciones o delitos que se le imputan”. Dicho y hecho, o más bien dicho, que no hecho.

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