Opinión

La mortal riada del Barbaña en 1945

El puente de Ponte Pelamios no resistió la furia del embravecido Barbaña en 1945.
photo_camera El puente de Ponte Pelamios no resistió la furia del embravecido Barbaña en 1945.

Cada mañana es mi costumbre leer las últimas noticias del día en La Región de Ourense, que significan mucho para mí pues, aunque me encuentre muy distante, siempre serán muy importantes. Y veo con gran dolor la tremenda tormenta de esta semana en el Concello de Monterrei y sus graves consecuencias. Esperamos que las autoridades ayuden cuanto antes a volver a la normalidad a los residentes de esa área.

Y esta tormenta  hace que regrese a mi memoria lo sucedido el 14 de julio de 1945 (hace hoy 74 años), la tremenda riada del río Barbaña, que causó tanto daño no solo material sino también en vidas humanas. Es algo que nunca olvidaré mientras viva pues yo fui uno de los supervivientes de esa catástrofe.

Mis padres habían comprado  una casa en la calle Puente Pelamios hoy rúa das Camelias. La mayoría eran viñedos y fincas y nuestra casa estaba a menos de cien metros del pequeño embalse de la Panificadora Moderna y la planta eléctrica. Mis padres disfrutaban el  tener en la parte de atrás una pequeña huerta  y nuestra casa tenía una salida en la parte trasera que daba al embalse del río, en donde mis amigos y yo nos bañábamos.  Al lado había una finca cuya casa llegaba hasta el mismo río. 

En esa época, mis padres me habían puesto en la Academia Sueiro, al lado de la Alameda, y diariamente yo recorría andando todo el trayecto, cruzando el Puente Pelamios. 

La noche del 14 de julio lucía normal, aunque un poco nublado y con una lluvia no muy fuerte, y mis padres me habían acostado temprano. No sé el tiempo que pasó pero, de repente, mi padre me vistió, me levantó y me dijo que teníamos que salir de la casa inmediatamente en plena madrugada y lloviendo. Cuando salimos, vimos que las fincas de al lado ya estaban cubiertas de agua y se sentía el estruendo de casas cayéndose al otro lado del río. Mis padres temían que el agua iba a seguir subiendo. 

Salimos corriendo buscando un terreno más elevado y vi como en el puente arriba del río había muchos autos con las luces iluminando hacia el agua, pues la zona se había quedado sin electricidad. Toda la noche nos quedamos en casa de unos amigos y al amanecer regresamos a casa. Aunque el agua del río había inundado la parte de atrás de nuestra huerta, por suerte nuestra casa no sufrió daños, pero las fincas aledañas estaban destrozadas. Yo tenia 10 años.

Temiendo que esto pudiera suceder de nuevo, mis padres decidieron vender la casa y comprar otra en la Carretera de Ervedelo, muy cerca de donde hoy está la Iglesia de Fátima. Posteriormente decidieron emigrar, en 1952, para el extranjero en busca de un mejor futuro y desde esa fecha yo resido fuera de mi Ourense. Han pasado 74 años de la riada y cuando visito mi querida ciudad siempre trato de recorrer los lugares que tantos recuerdos me traen.  Estaré lejos, pero la mitad de mi corazón se quedó ahí para siempre.

Ruego que nunca más la ciudad de Ourense tenga que pasar por una catástrofe como esta.

(Eloy Vázquez es ourensano, residente hace 50 años en Miami y creador de la Gala de la Hispanidad y Miss Universo Latina.)

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