Opinión

EL HOSPITAL DE SAN ROQUE EN OURENSE

Ourense tuvo un hospital con su capilla dedicados a San Roque. Ambos edificios estuvieron situados en la Huerta del Concejo (hoy Alameda de Abajo). El hospital fue fundado por el obispo Francisco Blanco entre los años de 1556-1565. Era un edificio todo él de cantería bien labrada. En el interior, el ábside de la capilla estaba decorado con casetones. Este ábside hoy se encuentra en el Concello. La capilla tenía un retablo barroco presidido por la imagen del santo, que hoy está en el Asilo de Niños de la Barrera. Existió también en el Hospital de San Roque una cofradía fundada en unos momentos críticos de nuestra historia (1598), en los que la peste asolaba la ciudad. El santo disfrutó siempre de protección oficial. En el año de 1645 el Concello decidió hacer votiva la cofradía a perpetuidad.


Todavía a finales del siglo XIX los devotos cantaban en la novena que se celebraba en el hospital puesto bajo la protección del santo esta letrilla: 'Pues médico eres divino, con prodigiosas señales, líbranos de peste y males, Roque santo peregrino'. El voto aún se sigue cumpliendo en la actualidad por parte de la Corporación Municipal, pero ha quedado reducido a un rito petrificado y falto de vida.


Las fiestas de San Roque fueron durante varios siglos las principales de Ourense, hasta que en 1901 fueron suplantadas por las del Corpus. Así comenzó la decadencia del mencionado Hospital de San Roque. La fachada principal tenía una portada renacentista, hoy situada a la entrada del atrio del templo de la Santísima Trinidad, que daba a la antigua calle Progreso antes de edificarse esta parte de la ciudad. Un amplio zaguán con tres escalones daba entrada al patio y a la primera planta del hospital.


Con motivo de la desamortización, el hospital pasó a la Diputación (organismo que se hizo cargo de los servicios hospitalarios). Comenzó a partir de entonces para el histórico edificio una larga serie de destinos. Así, cuando en 1875 se arruinó, las oficinas municipales tuvieron en él su asiento; más tarde pasó a ser sede la Comisión Mixta de Reclutamiento, Academia Municipal de Música, asilo de los niños huérfanos y de los exploradores de España. En uno de los salones estuvo el Circulo Católico de Obreros, fundación del obispo Carrascosa, donde se impartieron las primeras conferencias de temática social y las clases nocturnas para trabajadores, consistentes en cultura general, música y dibujo, impartido por insignes profesores como fueron Ángel Ferrín Moreiras y Juan Luis Fernández Xesta.


La historia del edificio se cierra en la segunda década del siglo XX con la fiebre de derribos, en muchos casos nefasta, de aquellos años. Cayó para más tarde construir en su solar la actual Casa de Correos, un edificio carente de elegancia y de funcionalidad.

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