Jumilla como serpiente de verano

PUNTADAS CON HILO

Polideportivo de Jumilla
Polideportivo de Jumilla | La Región

En el mundo profesional de la información se considera serpiente de verano a un hecho inexistente, pero que provoca mucho revuelo en la opinión pública. Ciertamente, algunos veranos en los que no había muchas noticias, aparecía una información sobre la presencia de una serpiente, o incluso un cocodrilo, en algún lugar, provocando el pánico en todo el vecindario. Cada día, un nuevo avistamiento, cada día más intensidad y pánico por la serpiente que nunca aparecía ni se podía localizar.

Jumilla es un municipio murciano que da nombre a la zona vitivinícola conocida como “denominación de origen protegida” Jumilla, con 22.700 hectáreas cultivadas en municipios de entre Murcia y Albacete. Jumilla como tal es un ayuntamiento con casi 30.000 habitantes. Donde habrá mucha mano de obra para las vendimias.

Pues bien, una decisión del pleno sobre los usos del pabellón deportivo municipal ha convertido a Jumilla en una serpiente de verano, en un animal que ha sido avistado por la zona con aspecto de monstruo que desata el odio y lucha contra la Constitución española. Alguien ha dicho que Jumilla prohíbe a los musulmanes celebrar su denominada fiesta del Cordero, que suele coincidir con 70 días del final del Ramadán.

No existe ningún acuerdo o decisión del Ayuntamiento de Jumilla que prohíba la celebración de esta fiesta musulmana, ni directa ni indirectamente, pero como la corporación municipal está compuesta por 1 concejal de Vox y 10 del PP, y como al único concejal de Vox no le gustan las fiestas musulmanas, se ha desatado la serpiente de verano con gran violencia.

El hecho ha sido que la corporación solicitó que se inicien “los trámites oportunos de modificación del Reglamento de Uso y Funcionamiento de Instalaciones Deportivas Municipales [...] a fin de que el uso de dichas instalaciones sea exclusivamente para el ámbito deportivo y actividades organizadas por el Ayuntamiento de Jumilla, y en ningún caso para actividades culturales, sociales o religiosas ajenas al Ayuntamiento”. Esta moción fue aprobada con el ‘sí’ del PP, la abstención de Vox y el ‘no’ del PSOE e IU-Podemos-AV.

El PSOE de Jumilla consiguió que RTVE y otros medios afines se lanzase a asegurar que “PP y Vox prohíben en Jumilla los actos religiosos en centros deportivos, que acogían celebraciones islámicas”. O “El PP no rectifica el veto en Jumilla y acusa al PSOE y a Vox de “polarizar”.

Por su parte, la alcaldesa ha dicho claramente que el Ayuntamiento autorizará la celebración de cualquier acto religioso musulmán que se solicite tal y como establecen los principios constitucionales españoles, sin restricciones. Es decir, no hay veto, no hay prohibición. Pero…

El PSOE de Jumilla consiguió que RTVE y otros medios afines se lanzase a asegurar que “PP y Vox prohíben en Jumilla los actos religiosos en centros deportivos, que acogían celebraciones islámicas”. O “El PP no rectifica el veto en Jumilla y acusa al PSOE y a Vox de “polarizar”.

Y que el Gobierno ve en Jumilla la “deriva extremista excluyente” por la prohibición de la fiesta musulmana. El Ministerio de Inclusión asegura que seguirá de cerca los discursos de odio “que puedan derivarse”.

La serpiente engorda: “Podemos llevará a la Fiscalía el veto xenófobo del PP y Vox en Jumilla a las celebraciones musulmanas.”

Incluso medios considerados de derechas abrazan la serpiente y dan por hecha la prohibición municipal inexistente, ¡un grave error del PP! Incluso la Conferencia Episcopal Española ha entrado a condenar la prohibición que nunca existió.

Y así continuará engordando esta anaconda murciana hasta que otro asunto más concreto e importante acapare la atención. Pronto volveremos a centrar la vista en los serios problemas de gobernabilidad de España.

Extraña política internacional

La política internacional de Pedro Sánchez no hace otra cosa de desconcertar a los países del entorno y a la propia Unión Europea. En lugar de mantener una acción de conjunto con todos los países de Europa, hace lo posible por desmarcarse, por llevar su propia decisión, por entrevistarse con los líderes de países no afines a la UE. Pedro Sánchez quiere ser líder europeo e imponer sus propias ideas, propias o de Albares, o de Zapatero. El ministro de Exteriores no para de alabar la gran visión estratégica mundial de su jefe, o su capacidad de marcar la pauta. Y todo ello, sin debate parlamentario, sin respaldo del Congreso, sin acuerdos del Consejo de Ministros, sin una justificación a la ciudadanía, sin respaldo de la UE.

Todavía no está claro si quiere sustituir a Úrsula en la dirección de la UE e imponer allí sus fantasías mundiales o está tratando de imitar la política internacional franquista, muy personal y de espaldas al pueblo.

Contenido patrocinado

stats