Acento y talento ourensano en la mejor nota gallega del MIR

El ourensano Pedro Areal es uno de los 13.711 médicos que se presentaron al MIR el pasado 25 de enero. Aunque no es uno más del 99,83% de aprobados. Tras conocer las calificaciones, Areal se coronó como la mejor nota de Galicia y séptima de todo el país. 

Un examen más difícil y más largo que otros años no fue impedimento para el joven, que se posicionó en lo más alto de una prueba conocida por su elevado nivel de complejidad. Y lo hizo en su primera convocatoria, esquivando los nervios propios del examen y mostrando la humildad propia de quien ya respira tranquilo ante los meses que vendrán: “Estoy muy feliz, pero tampoco me hacía falta tener un resultado tan bueno para estar contento”. 

“Mantener los nervios a raya”. Este es el consejo principal de Areal para los médicos que se presenten a futuros exámenes. Aunque “difícil”, es fundamental “intentar ir tranquilo”. Y es esa tranquilidad, contagiada también a su familia, la que le permitió resolver momentos incómodos como el no poder terminar del todo a causa de la falta de tiempo: “Al verme tranquilo durante toda la preparación, mis padres también lo llevaron mejor”.

“Estudiando prácticamente todo el día”. Así alcanzó Pedro esa “inesperada” mejor nota de Galicia que le abre las puertas de elegir la especialidad que más le llene. Aunque, remarca el ya exestudiante, la importancia de dejar un poco de tiempo cada día para descansar: “Yo tenía todos los domingos libres siempre, y luego todos los días me dejaba un ratito libre para ver una serie o desconectar un poco”. 

La importancia de tener una red de apoyo familiar en el momento de vivir la experiencia de preparar el MIR, es otra de las cuestiones que Areal señala como un básico para cualquier estudiante que quiera alcanzar una buena nota: “Mi familia me ha apoyado y se ha podido permitir que estuviera estudiando, así que lo he tenido más fácil que otra gente. Pero los últimos meses ya quieres que se acabe, más que el hecho de que te salga mejor o peor”. 

Con la suerte jugando a su favor, se debate Areal su futuro en el campo de la Medicina, con dudas entre oncología y hematología. “Elija la que elija, voy a ser feliz”, matiza.

Igual de feliz que sería quedándose en Galicia desarrollando su futuro laboral, cuestión sobre la que todavía no tiene nada claro. “En parte me gustaría cambiar de aires, pero como son muchos años de residencia, si me voy igual hago mi vida allí y ya no vuelvo, así que es un dilema”. 

Lo que empezó como una profesión que le venía ya de familia y por la que siempre sintió cierto afecto, se traduce en la exaltación de quien celebra hoy desde Egipto el tiempo de descanso que, tras meses intensivos de estudio, está bien merecido.