Acusa a su exnovio de ser agresivo en el acto sexual para castigarla en Ourense

LE MOLESTÓ QUE SALIESE CON VESTIDO

El inculpado en Ourense admitió que en una ocasión le molestó que su exnovia fuese con vestido 

Brandan G.F., durante su declaración.
Brandan G.F., durante su declaración.

Brandan G.F., de 22 años, admitió que eran suyos unos mensajes aportados por la acusación particular al inicio del juicio en el que quedaba retratado como un hombre celoso. Uno de ellos: “Mira mi amor, me molesta que salgas así vestida sin estar yo delante”. Según relató la víctima, de 25 años, no le gustaba que saliese de fiesta con vestido y “solo me podía poner determinada ropa estando él presente”. En otro WhatsApp aludía a su carácter posesivo: “Vete a Luxus y haz lo que quieras, yo no me voy a rayar con mis celos” o “fui un capullo muchas veces”. 

La joven mantuvo una breve relación sentimental el pasado año con el acusado, a la que ella puso fin, aunque se seguían viendo de vez en cuando. En la madrugada del 26 de enero de este año, se vieron en la casa del inculpado, quien, según la denunciante, estaba molesto porque ella había salido antes con un amigo. La agresividad subió de nivel cuando estaban manteniendo relaciones sexuales. “Me dijo que era una sucia, me sujetó fuerte la cara y después me apretó el muslo mientras yo le decía que parase”, aseguró la víctima

Dos días después vio el moretón y una amiga, a la que relató lo sucedido, la animó a denunciar. No era la primera vez, confesó, “que era agresivo manteniendo relaciones sexuales para castigarme”. Entre sollozos, aseguró que siempre le perdonaba. “Aunque yo hacía las cosas bien, él siempre se molestaba”, añadió.

La versión del acusado de un delito de maltrato fue totalmente distinta. Aseguró que fue él quien cortó por teléfono “por una infidelidad de ella” y negó cualquier tipo de violencia. No se reconoció como un joven celoso y justificó su mensaje en opiniones de momentos puntuales. “Ese vestido lo puso más veces y yo nunca le dije nada”, destacó.

La fiscal reclamó una condena de 45 días de trabajos comunitarios, un alejamiento de un año y 300 euros de indemnización por las heridas. La defensa interesó la absolución. Entiende que los moretones pudieron ser provocados en el fulgor de la relación sexual, máxime cuando “ella es una chica muy blanca”. La denuncia la atribuyó a “unas amigas que le comieron la cabeza”.

En el derecho a la última palabra, Brandan buscó justificación al hematoma. “Al día siguiente fuimos a patinar y se cayó al suelo”.

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