Arte y pasión se unen en el Campeonato de Danza

EL BAILE QUE HACE FAMILIA

Más de 900 bailarinas se reúnen durante este fin de semana en el Auditorio Municipal para mostrar sus dotes artísticas en el escenario.

Pareja durante el  Concurso de Danza Contemporanea.
Pareja durante el Concurso de Danza Contemporanea. | Marcos Atrio

Como una de las cinco fases del Campeonato Nacional de Danza, la ciudad de Ourense acoge a concursantes de diferentes puntos del país, dispuestas a mostrar el trabajo que realizan a lo largo del año en sus respectivas academias

Participantes durante el Campeonato.
Participantes durante el Campeonato. | Marcos Atrio

Durante la primera de las jornadas, que tuvo lugar durante todo el día de ayer, se reunieron en el Auditorio familias que vinieron a acompañar y a apoyar a las grandes artistas, que doblaron las cifras de años anteriores. La ilusión y los nervios cubrieron un hall en el que padres y abuelos esperaban emocionados la hora señalada en su horario. “Hay un nivel este año enorme, lo han hecho de maravilla, y yo animo a todas, pero los ojos cuando sale la nieta son para ella”, reconocía orgullosa la abuela de Lucía, que con 13 años ya lleva varias ediciones del campeonato a sus espaldas. Lo mismo le sucede a Celia, Arantxa o María, que se sentían liberadas cuando bajaron del escenario, en su caso, por sexta vez participando en este encuentro. Para sus madres, “esto es una experiencia, si no se queda todo en las aulas, les hace ilusión y fortalece su formación”. 

Danza estilizada, clásico, contemporáneo… Diferentes estilos adaptados a todo tipo de concursantes, con la opción de participar en la categoría Diversity, donde los bailarines con capacidades diversas también pueden compartir su pasión por las tablas. 

Una de las actuaciones que se presentaron ayer en el Auditorio.
Una de las actuaciones que se presentaron ayer en el Auditorio. | Marcos Atrio

Pasión que se contagia a sus progenitores, como en el caso de Mariola, que empezó acompañando a su hija a la competición y terminó animándose con otras madres a formar su propio grupo: “Siempre me ha gustado bailar, pero nunca me había decidido, y surgió como una broma, nuestra profesora nos tomó la palabra y aquí estamos, súper contentas”. Su hija, Lucía, comenzó con 8 años y ahora, a sus 13, continúa formando parte de lo que consideran ya “una familia”.

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