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CONSERVACIÓN
La ciudad de Ourense tiene actualmente más de 200 edificios en compraventa, una gran parte en el Casco Vello, mientras hay más de 800 que están en estado ruinoso o en mal estado, y más de 2.000 en estado deficiente.
La planta inmobiliaria de la urbe no pasa por buen estado de salud y la necesidad de una profunda rehabilitación es más perentoria que nunca. Así lo reflejan los datos de un informe de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), en la que se recogen que a mes de febrero de 2025 hay 200 edificios en el circuito de comercialización de compraventa en el casco urbano, y un tercio de la oferta se concentra en el Casco Histórico.
Otro tercio está en las áreas de O Couto, O Vinteún y A Carballeira. La calle con más edificios enteros en venta es la rúa do Progreso. El precio medio de los edificios se sitúa en 900 euros el metro cuadrado.
La planta inmobiliaria urbana se compone, según los datos actualizados de Fegein, por 15.224 de edificios. El problema es el mal estado de los mismos. Así, 250 (el 1,6%) están en estado de ruina, otros 652 (3,7%) están en mal estado y otros 2.132 (14%) se encuentran en estado deficiente.
15.224 total de edificios en la ciudad.
250 edificios en estado ruinoso.
562 edificios en mal estado.
2.132 edificios en estado deficiente.
465 viviendas inacabadas en toda la provincia.
Dentro de la tipología de edificios en ruinas se encuentran los inacabados. La provincia en su conjunto está bien posicionada para aprovecharse de la medida de la Xunta para intentar finiquitar en Galicia con los esqueletos de obras inacabadas y dar una solución. El presidente de Fegein, Benito Iglesias, cree que “urge un registro de solares autonómicos, con datos periódicos municipales, con las obras inacabadas que superen los 10 años de parón sin justificar”.
Durante un plazo excepcional de tres años, se proporcionará cobertura legal a aquellos promotores de vivienda que permitan recuperar los edificios inacabados, siempre y cuando tuviesen licencia y la mitad de sus viviendas sean de protección oficial. La mayoría de obras inacabadas quedaron paradas entre 2009 y 201, los años más duros tras el estallido de la crisis inmobiliaria.
Los grandes tenedores de obra parada inacabada actualmente son, por este orden, fondos de inversión, Sareb (conocido como banco malo) y procedencia bancaria.
Cree Benito Iglesias que es una gran oportunidad. “Para los ayuntamientos son todo ventajes, más recibos de IBI, más ingresos, más personas empadronadas, pero muchas veces no son capaces de sacarlo adelante, sobre todo por la rigidez de sus propias ordenanzas urbanísticas y sus tiempos burocráticos administrativos”.
En el conjunto de Galicia, según el informe de Fegein, hay más de 6.000 proyectos de viviendas que quedaron en forma de esqueleto constructivo. En la provincia hay 465 obras inacabadas, en la ciudad, Carballiño, Verín, Xinzo, Maceda, Celanova, O Barco y Ribadavia.
Para Benito Iglesias, presidente de Fegein, los edificios en ruinas “no solo rompen la estética de un núcleo urbano, sino que pueden dañar el valor de las propiedades circundantes y convertirse en lugares propicios para la delincuencia”. Son barreras para revitalizar las zonas urbanas. “Los edificios en ruina y abandonados son problemas graves para cualquier administración local y un peligro para la seguridad de los viandantes”, insiste Iglesias, que cree ante la dificultad para los propietarios de solares y edificaciones ruinosa de cumplir con su deber, los concellos “deben acudir a la venta forzosa mediante subasta”.
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