Condenado por acudir a Ribadavia pese al destierro
VISTO EN UN PUB
Testigos vieron al acusado en un pub de Ribadavia en mayo de 2023
Félix R.V. tuvo a lo largo de su vida varias condenas por delitos de quebrantamiento de condena o medida cautelar que le supusieron penas de multa y de prisión. La última la recibió la semana pasada por desobedecer la medida que le impuso el juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Ribadavia: la prohibición de acudir y residir en la localidad de Ribadavia.
La jueza dictó un auto el 18 de febrero de 2022 en el que además le impuso la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de sus padres, a su domicilio o a cualquier lugar donde estuviesen y de comunicarse con ellos. Sin embargo, Félix ignoró la prohibición y el 13 y 14 de mayo de 2023 acudió a la localidad, a una zona de pubs.
Así lo acreditaron en el juicio, celebrado en el Penal 1, los testigos que declararon. Uno de ellos, gerente de un pub, contó que el acusado estuvo el 14 de mayo de 2023 en su local y se metió con la camarera, por lo que lo tuvieron que sacar fuera. Otro de los testigos relató que la madrugada del 13 de mayo vio a Félix en un pub y que lo echaron porque quería increpar a un amigo suyo. Además, otro testigo contó que el acusado empezó a insultarlo y le dijo que iba a violar a su hermana.
Además, el gerente de otro pub indicó que tuvo que llamar varias veces a la Guardia Civil por los problemas que el acusado le causó en su local, por lo que le impedía la entrada. Respecto al 13 de mayo de 2023, contó que ese día no abrió el local porque el acusado estaba por la localidad y quería evitar problemas.
La jueza no pudo escuchar la versión del acusado porque no acudió al juicio. En fase de instrucción, este reconoció que la madrugada del 13 de mayo estuvo en un pub de Ribadavia y que conocía que no podía estar en la localidad porque tenía prohibido acudir, aunque negó haber amenazado o insultado a otras personas. Su defensa aludió en el juicio que la declaración de los testigos no fue lo suficientemente contundente respecto a la fecha en la que vieron a su cliente en Ribadavia. Finalmente, la jueza condenó al acusado a pagar una multa de 2.520 euros como autor de un delito continuado de quebrantamiento de condena/medida cautelar con la agravante de multirreincidencia.
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