Copasa, Extraco y otras 16 constructoras compiten por sanear el Barbaña

La millonaria licitación para el saneamiento del río Barbaña y la ampliación de la EDAR de San Cibrao das Viñas ha confirmado todas las expectativas. Tras una larga travesía por el desierto administrativo, el proyecto se ha convertido en uno de los contratos más codiciados del país, atrayendo a 18 candidaturas que incluyen a la élite de la obra pública nacional y, de forma destacada, a las principales constructoras de la provincia de Ourense.

La Dirección General del Agua ha hecho pública la lista de aspirantes, donde sobresale la presencia de dos firmas ourensanas clave. La constructora Copasa, una de las grandes compañías gallegas, compite por la adjudicación (en UTE con Pesa Medioambiente). A ella se suma otra firma de la provincia, Extraco, que también ha presentado su oferta aliada con Espina Obras Hidráulicas.

Ambas competirán contra un elenco de gigantes nacionales, lo que da buena medida de la envergadura del contrato, licitado por 43,2 millones con IVA. En la lista figuran Acciona, Ferrovial (con Cadagua), Sacyr y Dragados, además de otros grupos potentes como Constructora San José, Azvi, Comsa o Puentes y Calzadas.

Travesía por el desierto

La apertura de las 18 ofertas marca un hito en un proyecto que acumula años de demoras. No fue hasta el pasado 16 de julio cuando el Consejo de Ministros dio por fin luz verde al contrato, el último trámite pendiente que permitió lanzar la licitación en septiembre. Este desbloqueo llegó tras una odisea burocrática.

Aunque la redacción del proyecto se licitó en 2017, no fue hasta febrero de 2024 cuando obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental, que obligó a múltiples cambios. De hecho, en enero de este mismo 2025, el proyecto tuvo que someterse a un nuevo periodo de información pública. Toda esta demora provocó que, por el camino, se perdiera una financiación vital de 14,9 millones de euros con cargo a los fondos Feder 2014-2020.

Con un plazo de ejecución de 30 meses (dos años y medio), la obra es vital para el futuro ambiental del río y del polígono de San Cibrao. El proyecto no solo ampliará la capacidad de la depuradora para tratar las aguas residuales de una población e industria crecientes, sino que también reorganizará la red de saneamiento: se sustituirán 3,3 kilómetros de colectores de aguas fecales, se instalarán 16,5 kilómetros de colectores de aguas pluviales (para separarlas) y se acondicionarán 19 puntos de vertido.

Ahora, la Mesa de Contratación del Agua inicia el proceso para evaluar la ingente documentación técnica y las ofertas económicas de las 18 aspirantes, un paso decisivo para adjudicar la obra más esperada.