Las cuentas de Jácome nacen cojas
PRESUPUESTOS DEL CONCELLO DE OURENSE
La abstención del PP permite tumbar las alegaciones presentadas, y que el Concello de Ourense vuelva a contar con un presupuesto cinco años después, pero ya afrontarán en septiembre su primera modificación de crédito.
El pleno extraordinario del Concello de Ourense aprobó definitivamente un presupuesto municipal que durará menos de una semana.
Las cuentas, aprobadas con el voto en solitario de DO, la abstención del PP y los votos en contra de PSOE y BNG sufrirá su primera modificación ya en septiembre, puesto que el gobierno municipal se ha comprometido a incluir una partida destinada a la financiación de las entidades sociales a petición de los populares.
Esta modificación crediticia parte precisamente de una de las alegaciones presentadas, la de la agrupación vecinal Miño, que pedía esos fondos para garantizar el trabajo de distintos agentes sociales en la ciudad. Una alegación que fue desestimada, junto a las presentadas por los placeros de la Plaza de Abastos nº1, el sindicato CSIF, el exintegrante de DO Jose Manuel Palacios y la de Jose Antonio Pérez Domínguez.
Para todos ellos tuvo palabras el regidor durante la sesión, acusándoles de no representar ningún interés general, y velar solo por sus intereses. En su punto más extremo, llegó a acusar al CSIF, mayoritario en el Comité de Trabajadores del consistorio, de "presentarlas por joder".
Apoyos
La abstención del PP, que facilitó la aprobación del presupuesto, fue uno de los puntos más enquistados del debate. Tanto BNG como PSOE recriminaron esta postura al grupo encabezado por Ana Méndez, de quienes la socialista Natalia González llegó a decir que "o seu pacto é para que non se movan as cadeiras na Deputación" y tildando el acuerdo como "un pacto de migallas". Contra esto, Méndez argumentó que "non son os orzamentos que o PP faría", pero defendió el negociar para desbloquear proyectos que beneficiarán a los vecinos; y que "a día de hoxe seguimos sen saber que farían PSOE e BNG. Non coñecemos ningunha medida que aplicarían vostedes. Propoñan algo antes de seguir co mesmo mantra".
Enredados en la Plaza
La situación de la Plaza de Abastos fue de nuevo uno de los puntos de los que más se habló. Jácome insistió en que el Concello no consignará fondos para el remate de las obras sin un mandato judicial porque "no importa lo que aporte la Xunta de Galicia -que puso sobre la mesa 1,5 millones- si yo tengo que pagar lo que no me corresponde".
Frente a ello, el BNG recordó al regidor que están en juego "os postos de 43 placeiros que xeneran máis de 200 empregos"; mientras que la socialista Natalia González animaba al alcalde a "ter vontade política con quenes aportan á economía local".
El control de los fondos
Otro de los puntos de fricción durante el debate fue la presunta supresión de mecanismos de control de las partidas, reflejados en las alegaciones de Palacios, y de los que Luis Seara adelantaba que "con estas contas, Ourense se parecerá máis a Jolper -la tienda de música que regentaba el alcalde- e menos a unha cidade"; a lo que González añadía que "estas contas non son beneficiosas para a cidadanía. Naceron mal, sen diágolo". Una postura que Jácome tildó de "acto de hipocresía", afirmando que las bases de ejecución son semejantes a las de Pontevedra o Santiago.
También Ana Méndez criticó a socialistas y nacionalistas porque "levamos pedindo ó goberno local orzamentos dende o principio do mandato. Non entendemos que o PSOE e o BNG se atrincheren na negativa".
Finalmente, los votos en solitario de Democracia Ourensana propician la aprobación definitiva del tercer presupuesto en 12 años, y ahora falta la publicación del texto definitivo en el Boletín Oficial de la Provinicia (BOP).
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