La droga se atrinchera en Covadonga: del váter del búnker a la alcantarilla
NARCOTRÁFICO EN OURENSE
La UDEV halla cocaína y heroína en la redada para resolver un secuestro en Covadonga (Ourense)
Cinco meses después de la operación Copérnico, la macrorredada que, según la Policía Nacional, sacó del mercado de Ourense casi cinco kilos de droga y que supuso el desmantelamiento del 80% de los puntos de venta en la ciudad de Ourense, Covadonga sigue siendo Covadonga. Al menos, su plaza y las calles que honran a las deidades clásicas.
Los seis de los quince detenidos que ingresaron en junio en prisión provisional están ya todos en libertad y los narcopisos siguen funcionando, tal como evidenció la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) hace cinco días.
En el operativo para detener este último jueves a los supuestos autores del secuestro de un toxicómano a finales de septiembre, al que reclamaban 1.500 euros por una compra de droga adeudada y víctima de una brutal paliza, los agentes de la UDEV y el GOIT (Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas) volvieron a encontrar cocaína y heroína en Covadonga. En el váter del narcopiso registrado (un bajo bunkerizado); en una salida de aguas fecales —alcantarilla— de la calle Minerva; en un Porsche Cayenne y en el cacheo a uno de los cuatro detenidos.
Los traficantes han vuelto al barrio, imponiendo sus propias normas: la ley del puño. El denunciante tuvo que ser hospitalizado por fracturas en el maxilofacial, nariz y costillas.
Resiliencia
“Las redes del narcotráfico son resilientes y, tras un golpe, son reemplazadas inmediatamente y se preparan de nuevo, con muchas medidas de seguridad, para complicar las intervenciones policiales, fortificando las estancias donde ‘cocinan’ (preparan) las dosis y se consumen para eludir las actas de intervención de las fuerzas de seguridad”, asegura un veterano policía.
En el caso del bajo derecha del número 2 de la Plaza de Covadonga, en donde presuntamente estuvo retenido el secuestrado hasta que lo llevaron a Ribeira, hubo que recurrir al GOIT, con agentes con una alta preparación técnica especializados en el desmantelamiento y apertura de habitáculos susceptibles de albergar a personas, objetos o drogas. Se trata de un inmueble tapiado con paredes de hormigón, sin ventanas y sin la distribución típica de una casa. No había dormitorios, ni cocina, ni baño. Solo un aseo.
Cuando entraron, con seis consumidores en el interior, la sustancia estupefaciente ya había llegado al váter. En el retrete se encontraron cinco papelinas con 0,7 gramos de cocaína, pero, ante la sospecha de que hubieran tirado de la cadena, la Policía llamó a los bomberos. Pudieron recuperar 28 papelinas de cocaína (18,6 gramos) y 6 de heroína (3,2 gramos) intervenidas en la alcantarilla de la calle Minerva. Será complicado demostrar que salieron del bajo registrado, en tanto que confluyen allí el saneamiento de otras viviendas.
La Policía, no obstante, se las adjudica: “Los bomberos de la ciudad introdujeron una manguera desde el váter del bajo derecha y observaron que la salida de aguas fecales es la salida natural de dicho inmueble, por eso salieron más papelinas del desagüe, 34”.
En esta intervención, uno de los detenidos, David V.G., el supuesto líder del grupo criminal según la UDEV, llevaba consigo 11,2 gramos de cocaína en roca y, en un escondrijo del Porsche Cayenne que suele conducir —en el que supuestamente llevaron a la víctima a Ribeira (A Coruña) para que les diera su propio vehículo y así saldar la deuda—, otros 5,9 gramos de cocaína en roca.
En la operación, que también incluyó el registro de una vivienda en la urbanización Valdoseixo (A Manchica), morada de David, su pareja Remedios G.G. e Isaac F.V., todos ellos investigados en esta trama junto a Ángel V.V., también intervinieron dinero: 146 dólares americanos, 5 libras esterlinas, 5 dólares australianos y 325 euros, además de numerosos teléfonos y libretas con anotaciones.
Además, se incautaron de dos pistolas simuladas (en la casa de A Manchica) y una real con calibre 6,35 milímetros. Esta última, en el vehículo registrado e intervenido junto a una moto Suzuki.
La Policía también se incautó de un machete en el bajo de la Plaza de Covadonga. La víctima aseguró que le amenazaron con cortarle los dedos o sacarle los dientes por cada llamada que no les respondiera o no les diera dinero.
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