“Un guiso precioso” y “mueve tu cucu”: el código secreto de una venganza que acabó con A Chavasqueira quemada

CONSERVACIÓN DE WHATSAPP

Manuel G. B. sostiene que la madrugada del incendio de A Chavasqueira, en abril de 2019, estaba preparando un guiso en su casa y no vengándose de su despido, como sostiene la acusación, que interpreta sus mensajes de WhatsApp como una “conversación en clave” sobre el fuego.

Las termas de A Chavasqueira, calcinadas
Las termas de A Chavasqueira, calcinadas | La Región

Manuel G.B. cocinaba “un guiso precioso” a la una de la madrugada del 24 de abril de 2019 y, mientras, se lo contaba por WhatsApp a Isabel, una excompañera de trabajo y amiga “especial” desde una cena navideña de empresa. La Policía Nacional entendió que esos mensajes eran una especie de comunicación encriptada en los que le relataba en directo una acción delictiva grave: incendiar las termas de A Chavasqueira, una venganza tras haber sido despedido ese mismo año por bajo rendimiento y engañar a la empresa empleadora. “Una caída en moto en septiembre de 2018 cuando iba con su amante le provocó la fisura de la muñeca y dijo que había sido en la sala de máquinas de las termas, aunque la Seguridad Social descubrió el fraude”, explicó Pablo Villuendas, el actual director de Ibernisha y entonces administrador de la empresa.

En la conversación nocturna entre fogones aparecen frases que dieron pie a interpretaciones inculpatorias: “En 15 minutos, bum” o “apagando fogones” (justo en el momento en que los bomberos sofocaban las llamas que calcinaron la instalación termal).

La letrada del Concello, Gemma Tamargo, tiene claro que en esa conversación “hablaban en clave” y aludía a la acción de quemar las pozas porque, entre otras cuestiones, “nadie se pone a retransmitir un guiso en directo a la una de la madrugada”, aunque a Isabel no le pareció raro. Tampoco a la mujer que en ese momento era su pareja oficial: “Cocinaba cuando tenía hambre”, quien también asegura que a esas horas estaba en la casa que compartían si bien en comisaría aseguró que no podía confirmar la coartada del guiso. Ayer incluso recordó que fue ella quien peló las patatas.

La abogada de la acusación particular hasta tiene claro de que la foto de la comida emplatada, a los 37 minutos de comenzar el guiso, sea real porque no se ve el mesado y está perfectamente recortada la comida. “Esa foto no es auténtica”, aseguró.

La acusación también ve mensajes con doble sentido los que se intercambiaron Manuel e Isabel al día siguiente a primera hora junto a una foto de las termas incendiadas: “Mueve tu cucu” acompañado de emoticones musicales. “Esa alegría no la entiendo”, aseguró Tamargo. Por su parte, Isabel explicó que es porque habían quedado ese día.

Contenido patrocinado

stats