Los jóvenes de Ourense retrasan hasta el verano el carnet de conducir

AUTOESCUELAS DE LA CIUDAD

Muchos estudiantes prefieren invertir en viajes y pierden el interés en apuntarse a la autoescuela

Eva Barreiro y Celia Otero.
Eva Barreiro y Celia Otero.

Las autoescuelas ourensanas registran cada verano un aumento de alumnos que aprovechan los meses de vacaciones para sacarse el carné de conducir, ya que la mayoría de las matrículas pertenecen a estudiantes. Esta es la época del año que más se ajusta a sus agendas para dedicarse a esta tarea sin tener que preocuparse de sus estudios. “En los primeros meses del año, podemos registrar unas cuatro o cinco matrículas al mes. A partir de junio y hasta finales de verano este número aumenta de manera significativa”, explica Fernando, de la autoescuela Gabelo.

En los últimos años también se ha dado un cambio en la tendencia de los más jóvenes a la hora de sacarse el carné de conducir. Cada vez es más frecuente que retrasen la decisión de apuntarse a la autoescuela porque “están pendientes de otras cosas antes que de sacarse el carné de conducir”. Fernando asegura que muchos de ellos prefieren vivir otras experiencias, relegando el permiso de circulación a una “inversión secundaria”, explica.

Unas impresiones semejantes tiene José Luis Barrio, de la autoescuela Lamas. “Moitos veñen obrigados polos pais, que son conscientes que lles vai facer falta nun futuro”, comenta. Al igual que Fernando, en verano nota un aumento de alumnos, especialmente de estudiantes de entre 18 y 19 años, que aprovechan para dedicarse a sacarse el carné.

Una constante que señala Fernando, es la gran tasa de personas que lo dilatan en el tiempo. “Aprovechan los meses de vacaciones para disfrutar tras el curso, y llegan al mes de septiembre y no se lo han sacado”, explica el dueño de Gabelo. La mayoría de los alumnos que acuden a las autoescuelas en verano son universitarios, y muchos por estudiar en otra ciudad, retrasan aún más el tiempo invertido en aprobar el carné de conducir.

Algo que observa José Luis Barrio es que no son solo los estudiantes que se pasan el curso fuera los que más tardan, sino que los ourensanos que residen en sus casas también lo retrasan en el tiempo. “Como non teñen que marchar, tómano con máis calma”, asegura. Aunque también comenta que justamente son estos alumnos los que menos abandonan este proceso.

Seis meses

Pese a que el de tiempo que invierten muchos de los matriculados puede ir desde los seis meses hasta el año, Fernando no quiere alarmar con estas cifras. “Se dilatan no por la dificultad, sino por el desinterés. No quiere decir que esos alumnos estén yendo durante seis meses seguidos a la autoescuela. Muchos empiezan pero cuando comienza el curso lo dejan y es por ello que la media es tan amplia”, asegura. Estos datos los comparte también José Luis, achacando la falta de constancia a la gran cantidad de tiempo invertido.

La llegada del verano y el aumento de matrículas en las autoescuelas ourensanas no supone un problema a la hora de examinarse. El presidente de la Asociación de Autoescuelas de Ourense, Luis Novoa, explica que en Ourense “somos de las pocas ciudades que no tiene lista de espera”.

Este dato lo confirman desde la Jefatura de Tráfico de Ourense, destacando además que este verano será el primero en el que se seguirán realizando exámenes. “No habrá la misma cantidad, pero sí que habrá”. Esto supone una ventaja para los alumnos de Ourense, así como también para personas de otras provincias que tengan más listas de espera. Un aliciente para aquellas personas de fuera que quieran agilizar el proceso, y a los que animan a apuntarse.

Eva Barreiro, estudiante universitaria ourensana, hace unos meses que aprobó el examen práctico. Nunca le faltó interés para ponerse manos a la obra, ya que “vivo lejos y siempre quise conducir, me parece muy divertido”, cuenta. Como muchos, este proceso lo fue retrasando. “Primero me puse a hacerlo en verano, pero me fui de vacaciones y lo que me quedaba me cortaba la racha. Cuando empezó el curso me puse a estudiar, lo retrasé para el verano y lo volví a dejar”, explica. Finalmente, Eva consiguió el carné de conducir en las vacaciones de Navidad. “Lo retrasé mucho, en unos meses hará dos años que me apunté a la autoescuela”, termina Eva.

Necesidad laboral

Algo diferente fue para Celia Otero, una joven ourensana que retrasó más el momento de sacarse el carnet. “Cuando cumplí los 18 no tenía ningún interés, acababa de terminar selectividad y lo único que quería era disfrutar del verano”, explica. Como siempre había alguien que la podía llevar a los sitios, “no fue hasta que empecé a trabajar, que vi que de verdad lo necesitaba, que me puse en serio”, cuenta. En su caso hubo varios condicionantes que retrasaron su proceso .“Cuando me apunté la primera vez coincidió con la pandemia. Luego lo volví a intentar, pero me coincidió con exámenes de la universidad y perdí el ritmo”, recuerda Celia.

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