Juicio en Salamanca por la venta del club Bamio y su relación con Aldama
CASO HIDROCARBUROS
El complejo deportivo ourensano en ruinas se sitúa en el centro de las investigaciones de la trama de hidrocarburos
La Audiencia Provincial de Salamanca juzgará el 11 de junio al empresario Félix Aparicio -considerado “testaferro cualificado” y “miembro destacado” de la red de Víctor de Aldama, uno de los cabecillas de la “trama Koldo” de mascarillas e investigado por presuntos delitos contra la Hacienda Pública en el caso hidrocarburos- por estafa impropia, alzamiento de bienes y frustración de la ejecución.
El juicio tiene su origen en el impago de un préstamo para comprar en 2018 el complejo deportivo Bamio, en Mende, por 480.000 euros. Este complejo es el mismo que el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha intentado comprar en repetidas ocasiones en los últimos años, incluso jactándose de haber llegado a iniciar un proceso de compra con los propietarios en 2020, cuando la propiedad era de los ahora juzgados.
En concreto, dos empresas, Serran Center SL y Escola Deportiva Meridiem SA, denunciaron a Félix Aparicio, al que financiaron con 443.000 euros para que su empresa Salalim XXL -cuyo objeto social era la limpieza de inmuebles- adquiriese el 2 de noviembre de 2018 el ruinoso complejo deportivo ourensano -que había entrado en concurso de acreedores en 2014-. Lo que parecía un simple juicio entre mercantiles ha destapado la conexión del Bamio con un caso a nivel nacional, ya que se ha cruzado con una investigación realizada por la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) sobre la trama de hidrocarburos presuntamente liderada por Víctor de Aldama.
La investigación de la UCO revela que Félix Aparicio, propietario de Salalim XXL, propietaria desde 2018 del Bamio, dejó sin fondos a la compañía y se valió de este complejo deportivo para convertirse en uno de los principales testaferros de Aldama en la trama del IVA de los hidrocarburos. En los informes de esta unidad especializada de la Guardia Civil, se revela que la compra del Bamio habría servido para que Aparicio y su esposa, Raquel Rodríguez Menéndez -a cuyo nombre estaba la compañía cuando se ejecutó la compra- contactasen por primera vez con Aldama y su red.
Aparicio y su mujer están acusados de despatrimonializar la sociedad propietaria del Bamio. Habrían vendido el 50% de su propiedad el 29 de octubre de 2021 a la empresa Antromero, cuyo apoderado solidario es Aldama, para posteriormente desprenderse del restante 50% al entrar en la ampliación de capital de Delorean Plus Dreams, empresa que está en el centro de toda la trama de hidrocarburos.
Cuando se vendió el primer 50% del Bamio a Antromero, esta sociedad estaba representada por Ignacio Díaz Tapia, empresario imputado en la Audiencia Nacional en el “caso Koldo”, que posteriormente dio poderes a Luis Alberto Escolano, mano derecha de Aldama, quien participó directamente en la compraventa del complejo deportivo. Según la UCO, solo cuatro días después de que Antromero comprase el 50% del Bamio a Salalim XXL, se le confirieron poderes en la empresa a Víctor de Aldama.
A partir de ahí, la UCO ata cabos, y comprueba que, desde que Aparicio y Aldama unen sus caminos en el Bamio, participan conjuntamente en la ampliación de capital de la empresa principal de la trama de hidrocarburos, Delorean Plus Dreams, en la que habrían aportado precisamente como capital social su parte de la propiedad del inmueble ourensano. Así, Delorean Plus, desde abril de 2022, se convierte en la verdadera propietaria del complejo tenístico, cuyo administrador único es el previamente citado Escolano, al que Aldama denomina en la investigación de la Guardia Civil como “hermanito”.
La UCO acaba situando a Aparicio como “miembro destacado” de la organización de Aldama y participante activo de la trama de hidrocarburos a través de su empresa, Salamanca Fuel Center, sociedad que habría sido clave en el fraude tributario.
En todo caso, en el juicio del 11 de junio en Salamanca se incluye como acusación a la propia Antromero, cuyo apoderado solidario es Aldama, que denunció a Aparicio por delito de estafa impropia, al mismo tiempo que solicita que se les mantenga con el 50% de la propiedad del Bamio -ahora en manos de Hacienda-, así como que se les abone el dinero pagado por adquirir su parte del complejo más intereses.
Las otras dos empresas, Serran Center y Meridiem, piden una indemnización mucho mayor, de 3,8 millones de euros -valor catastral del inmueble- y que se anule la venta realizada en su día a Antromero y la posterior ampliación de capital de Delorean.
Jácome se jactó de negociar con los propietarios ahora juzgados por estafa
El Bamio ha sido en los últimos años motivo de discusión política en la ciudad, debido al interés del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, en que el Concello lo comprase. En junio de 2020, cuando la empresa del “testaferro” de Aldama era la propietaria, el regidor reconoció haber iniciado el proceso de adquisición, calificándolo como “ganga”. Nada más se supo, hasta que en diciembre de 2020 llevó a pleno comprarlo por 750.000 euros, sin apoyos. En 2021, anunció que quería montar un club de escalada y en junio de 2022, cuando Aldama era propietario, volvió a llevar a pleno una partida de 770.000 euros para adquirirlo, sin éxito
De “intereses escuros” que vio el PSOE al “pelotazo” que avisó Jesús Vázquez
En noviembre de 2020, el PSOE tildaba de “cambalache” los planes de Jácome, que operaba de un “xeito escuro” y pretendía “condonar as débedas aos actuais propietarios mesturándoas co proceso de compra” -adeudaban IBI y plusvalías-. Jácome dijo en el Consello Municipal de Deportes entonces que había un nuevo informe que minoraba el importe de adquisición, para luego reconocer que no existía. En un pleno de junio de 2021, el exalcalde Jesús Vázquez espetó a Jácome que su intento de rescatar el Bamio era un “pelotazo”. El BNG también se mostró contrario a comprarlo.
El auge y caída de un centro referente que acaba salpicado de corrupción
El Bamio, creado en 1989 por un emigrante retornado de Venezuela, Vicente González Álvarez, que compró la finca de Mende de 18 mil metros cuadrados, fue testigo de hitos históricos y eventos deportivos de alto nivel que lo convirtieron en un lugar muy relevante en el ámbito deportivo de Galicia, particularmente en el tenis.
Pero el lugar en el que un día compitieron Rafa Nadal o Andy Murray lleva desde 2014 abandonado, está embargado por la Agencia Tributaria, se subastó en 2023 sin éxito y ha sido víctima de okupación e incendios. El espacio incluía piscinas, pistas deportivas e incluso un hotel con 18 habitaciones, al que accedieron equipos deportivos de élite y que fue refugio en varias ocasiones del célebre boxeador Javier Castillejo.
Fue referente en el tenis, disciplina en la que contó con la participación de estrellas como Rafa Nadal, que compitió allí en dos ocasiones, en 1998 y 1999, y Andy Murray, que ganó en 2004 un torneo.
A partir de 2009, problemas con los salarios y las licencias municipales comenzaron a aflorar el declive del recinto, que cerró el 30 de junio de 2014.
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