Ledicia Sola, actriz y directora: “Un halago excesivo puede ser más destructivo que una crítica”

AFILANDO INCONFORMISMOS

La actriz y ahora directora de cine nacida en Ourense Ledicia Sola afila su inconformismo con La Región y nos acerca a su trayectoria y sus proyectos de futuro

Publicado: 06 oct 2024 - 07:00 Actualizado: 06 oct 2024 - 08:07

Ledicia Sola, actriz y directora de cine de Ourense afilando su inconformismo con La Región
Ledicia Sola, actriz y directora de cine de Ourense afilando su inconformismo con La Región

Ledicia Sola (Ourense, 1978). Reconocida actriz, con dos obras de teatro en cartel: “Cigarreiras” y “As Rhumorosas”, ha emprendido el reto de dirigir y escribir su primer largometraje, “As augas”. Un paso que considera “una evolución lógica si eres una persona inquieta, como me pasa a mí”. Reconoce tener “un fondo bastante dramático, pero una apariencia muy cómica” y reinvidica el humor “como algo fundamental en la vida”. Premiada en varias ocasiones por sus interpretaciones, asegura que si volviera a empezar “intentaría hacer mis proyectos desde el principio, porque ya entonces tenía cosas que contar, que escribir. Es lo único de lo que me arrepiento, en tomar las riendas antes”.

La vida se parece más a un poema que a una película, porque es muy compleja y más difícil de descifrar

Hace tiempo afirmó que soñaba con publicar un poemario, ¿aún lo hace?

El poemario ya lo tengo, otra cosa es publicarlo, pero no tengo una necesidad urgente de hacerlo. Cuando comencé a escribir el guión de “As augas”, me di cuenta de que hay toda una parte que tiene que ver con la poesía, y es aquello relacionado con el agua, así que la poesía la dejé un poco de lado, porque pasé a este proyecto. Escribir este guion, que es bastante autobiográfico, es también una manera de abrir el corazón y exponerte, y la poesía, para mí, es un poco eso, compartir tu alma.

¿La vida se parece más a una película o a un poema?

A un poema. Porque es muy compleja y a veces mucho más difícil de descifrar o de entender. Se puede parecer a una película en cómo se ejecuta, pero si la analizas, necesitas la profundidad de un poema.

“As augas”, ha dicho, la protagonizan personajes femeninos que o no se escriben o al menos a usted no le llegan. ¿Qué mujeres son éstas? ¿Por qué no están contadas?

No lo están porque tenemos que escribirlas nosotras, por eso di el paso. Notaba que para que un personaje femenino estuviese presente en la pantalla, tenía que ser una heroína. Está bien, son historias que hay que contar. Pero para mí, el cine refleja también la vida y pensé en la cantidad de mujeres que conozco y que no veo reflejadas en el cine. Son mujeres normales, con vidas normales. Si yo tengo la necesidad de verlas representadas en la pantalla, estoy segura de que no soy la única.

¿Teme la etiqueta “cine de mujeres”?

Sí, claro. Todavía estamos ahí. Se habla de película de mujeres, cine de mujeres, historias de mujeres. No, es una película, es una historia. Mujeres somos la mayoría a día de hoy, así que si hubiese que etiquetar algo, sería al revés. Llegados a este punto, el progreso real sería dejar de catalogar a las películas de esa manera. Llevo toda la vida viendo películas dirigidas por hombres y me interesan. Así que aspiro a que el cine llamado de mujeres deje de ser un nicho donde parece que el único público que puedes tener sea femenino. Me parece un error de planteamiento.

Ha reconocido haber hecho terapia. Mucha gente de su ámbito lo ha hecho público. ¿Moda o en su profesión les hace más falta?

Pienso que en mi profesión, en concreto, hace falta. Creo que lo decimos porque ahora ya no te da vergüenza, está socialmente aceptado, se han quitado muchos estigmas. Yo no la había hecho nunca hasta que llegué a mi crisis personal. Me ayudó en lo personal pero, sobre todo, en lo profesional, y eso me sorprendió. Toda este reenfoque o evolución, como queramos llamarle, tiene que ver con un proceso personal. No separo lo profesional de lo personal. Cuando trabajas en un ámbito creativo van en paralelo siempre. El reajuste profesional viene de un reajuste personal.

¿Qué le impone más, subir al escenario en Ourense o en Madrid?

En Ourense mucho más. No es que no me impresione hacerlo en Madrid, que me impresiona muchísimo, pero es que la mirada de los que te conocen es la opinión que más me importa y eso me pone más nerviosa.

¿Se siente valorada en Ourense?

Sí. Me fui porque quería estudiar Arte Dramático y aquí no lo había. Pero me siento querida cuando vuelvo, siento que hay muchas personas que me siguen, que me apoyan, incluso que se sienten orgullosas y que tienen ganas de que haga cosas.

Hoy en día en su profesión, ¿importa más la formación o los seguidores en redes?

Todo depende de lo que quieras hacer. Una cosa es querer ser buena actriz y otra ser famosa, son cosas muy distintas. Si quieres ser famosa es mejor que vayas a un reality o que te hagas influencer. Pero si lo que quieres es dirigir, o escribir o ser actriz, te tienes que formar. Son herramientas. A las personas sin formación les puede salir bien un papel porque es como son. Pero cuando tengas que componer un personaje o darle cierta complejidad, lo vas a pasar mal, porque no tienes herramientas. Defiendo mucho la formación. Y también creo que la vida artística no se puede separar de la personal, hay ciertas experiencias que necesitas tener en la vida para luego poder hacerlas en la pantalla.

¿Cuál es el mayor engaño de la alfombra roja para los espectadores?

Creo que desvían la atención hacia un lugar, que es bonito también, pero que no refleja en absoluto la profesión. Todo se queda en qué llevas puesto, en el físico que tienes. Es un escaparate para atraer al público.

¿Y para los profesionales?

Es una trampa en la que puedes caer muy fácil. De hecho, yo tuve una época en la que me iba muy bien e iba a muchas alfombras y estrenos, y no fui muy feliz, la verdad. Al final, me sentía bastante vacía, porque eso no tiene nada que ver con ser actriz. Entiendo que existan, pero no es muy fiel a la profesión.

¿Qué es más destructivo, una crítica argumentada o un halago excesivo?

Un halago excesivo, seguro. Si nadie te dice qué estás haciendo mal, puedes creerte una fantasía que no es real en absoluto. Las

críticas son duras, pero creo que también pueden ser muy constructivas. Yo me llevé muchos palos, pero aprendí un montón y, sinceramente, creo que ahora estoy haciendo lo que estoy haciendo, precisamente por eso.

Alguna vez pensó, “esto ya se ha acabado”.

Sí, esto es terrible. Casi cada vez que terminas un trabajo piensas que no te van a llamar nunca más. Hasta los 40 años era un pensamiento, a partir de ahí, fue una realidad que se impuso. Sigo trabajando como actriz, pero no como antes, ni mucho menos.Intento no prestarle atención a eso, porque ya se dijo mil veces. Afortunadamente también creo que las cosas están cambiando.

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