Una madre acusa a su ex de violación: “¿Por qué lo hiciste?, era tu hija”

CON ESPECTRO AUTISTA

“Siempre traté de protegerla del mundo exterior y, ¿cómo iba a pensar que lo malo estaba dentro de casa?”. El testimonio de una madre ha destapado el horror: su pareja durante 24 años, un hombre que parecía “el más bueno del mundo”, está acusado de agredir sexualmente a la hija de ambos.

Concepción Arenal frente a la Audiencia Provincial
Concepción Arenal frente a la Audiencia Provincial | José Paz

El padre de una menor está acusado de agredirla sexualmente de forma reiterada cuando era niña. El juicio se celebró en la Audiencia de Ourense a puerta cerrada, pero la madre y denunciante, pareja sentimental del inculpado durante 24 años, además de testificar, aguardó hasta el final de la vista oral. Aguantó el tipo durante horas, pero, cuando vio cómo el inculpado salía de la sala esposado, para ser reintegrado a la cárcel de Monterroso (Lugo), en donde está en prisión provisional, no pudo contener las lágrimas ni la rabia: “¿Por qué lo hiciste?, era tu hija”, gritó con tono afligido. Mientras, el acusado, enjuto y bien vestido, agachaba la cabeza, custodiado por la Policía, esperando a que el ascensor llegase a la segunda planta del edificio judicial.

El asunto se judicializó el pasado año cuando la progenitora de la niña, en el espectro autista, encontró bajo la cama de la pequeña un tubo de gel lubricante. La confesión de su hija a renglón seguido motivó la denuncia que sustenta el proceso judicial.

La acusación particular que ejerce la madre circunscribe los hechos delictivos a un periodo de cuatro años (de los siete a los once, a tenor de la declaración de la víctima) y la Fiscalía desde el verano de 2023 al 2024. Siempre, según sus versiones, ocurrían en el domicilio familiar cuando la madre se ausentaba.

El propio padre, ya desde un primer momento, admitió tocamientos -los atribuye a un mal momento- pero niega las violaciones, el aspecto más discutido a lo largo de la vista oral.

15 años de cárcel

La Fiscalía de Ourense y la acusación particular reclaman una condena de 15 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual con acceso carnal a menor de 16 años. La fiscal Marisa Melero reclamó también la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad en relación con la menor durante el tiempo de 10 años y la prohibición de aproximarse a la misma a una distancia de 300 metros y comunicarse con la misma por un periodo de 18 años; inhabilitación especial para ejercer cualquier tipo de profesión retribuida o no que conlleve contacto regular con menores. Además, se solicita una pena de libertad vigilada a cumplir con posterioridad a la condena de prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia de 300 metros y comunicar con ella por tiempo de diez años y participar en programas formativos sobre educación sexual.

En cuanto a la indemnización, la cuantificó en 6.000 euros por los daños morales causados y que, además, se establezca una pensión de alimentos a favor de la menor de 200 euros mensuales.

Según el relato de la madre, el encausado se valía de manipulaciones psicológicas para lograr sus fines libidinosos. “Primero, pito y luego, tablet”. Este era el requisito que, según la denunciante, le imponía a la pequeña cuando le reclamaba el dispositivo electrónico.

Admite que nunca detectó comportamientos extraños en su pareja desde que eran muy jóvenes. “No vi nada raro porque él era la persona más buena del mundo, un santo; no bebía, no fumaba, no tenía problemas de drogas … Un chico muy bueno y trabajador y nadie podía imaginarse que fuera capaz de hacer algo así”.

En los juicios por agresiones sexuales que llegan a la Audiencia de Ourense, ocho de cada diez casos se producen en el entorno familiar. “Siempre traté de protegerla de lo que ocurría en el exterior y ¿cómo iba a pensar que lo malo estaba dentro de casa?”, se pregunta ahora esta madre.

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