Una madre acusa al hijo en Ourense: “Me amenaza con cortarme la cabeza”

ATRACO

“Soy toxicómano, pero ella es bipolar, alcohólica y peor que yo”, declaró el inculpado a la hora de explicar el porqué su madre lo acusa del atraco

La denunciante, en el juzgado Penal 1.
La denunciante, en el juzgado Penal 1. | M. Sánchez

Entre lágrimas y a través de una pantalla. Así declaró Antonio A.P. en el juicio celebrado en el Penal 1, acusado de atracar a su propia madre en el parque de San Lázaro, durante la vista oral celebrada este miércoles. Conectado por videoconferencia desde un centro penitenciario, el procesado ofreció una versión de los hechos opuesta a la de la víctima en cuanto a la violencia empleada, aunque sí admitió que se aproximó a ella para pedirle dinero. Pero, puntualizó, que no hubo amenazas.

El acusado reconoció ante la sala que era consciente de la orden de alejamiento que le prohibía acercarse a menos de 200 metros de su progenitora, aunque su abogada dice que, aunque es de 3 de noviembre de 2023, se le notificó el 30.

El momento de mayor tensión emocional llegó al abordar el cargo de robo con intimidación el 15 de noviembre en el Parque de San Lázaro y las amenazas de ese día así como las del 30 cuando se encontraron en Curros Enríquez. Antonio negó tajantemente haber amenazado de muerte a su madre. Entre sollozos, aseguró que nunca pronunció frases como “te voy a matar” y rechazó con vehemencia la acusación de haberle dicho que le iba a “cortar la cabeza” o que eso sería “lo último que hiciera”.

Según su testimonio, él se limitó a pedirle dinero, pero sin intención de atemorizarla ni emplear violencia. “Soy toxicómano, pero ella es bipolar, alcohólica y peor que yo”, declaró el inculpado a la hora de explicar el porqué su madre lo acusa del atraco.

Esta versión choca frontalmente con las manifestaciones de la progenitora, quien sostiene que el miedo fue el único motivo por el que arrojó al suelo los 10 euros para que la dejara marchar del lugar.

La fiscal mantuvo su petición de pena. Considera probada la intimidación y solicita un total de tres años de prisión: dos por el asalto y uno por el delito continuado de quebrantamiento, además de la indemnización de los 10 euros sustraídos.

La defensa asegura que cuando se acercó a su madre no le había sido notificada la orden de alejamiento. Según ella no cabe hablar de robo con violencia porque, “aunque las formas no fueron las correctas, no hubo un robo porque le tiró el dinero al suelo”.

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