Los Maios de Rabo de Galo, un símbolo de identidad

TRADICIÓN

Los vecinos de Rabo de Galo han destacado siempre por sus originales propuestas a la hora de elaborar sus Maios, inspirados en tradiciones y elementos representativos de la ciudad que nunca han pasado desapercibidos entre los ourensanos.

La matanza del cerdo inspiró uno de los Maios de Rabo de Galo en 2022. A la derecha, “O autogiro”, el primer Maio de los vecinos de Rabo de Galo en 1928.
La matanza del cerdo inspiró uno de los Maios de Rabo de Galo en 2022. A la derecha, “O autogiro”, el primer Maio de los vecinos de Rabo de Galo en 1928.

A escasos días para que empiece el mes de mayo, ya son muchos los que llevan tiempo dándole vueltas a la cabeza para confeccionar sus Maios. Dentro de las propuestas más originales, los vecinos de Rabo de Galo han estado siempre entre los más destacados. Su tradición por esta fiesta -declarada de Interés Turístico por la Xunta de Galicia en 2001- empezó hace casi un siglo, en 1928.

Los vecinos de Rabo de Galo hicieron su primer Maio en 1928 y desde entonces han sido siempre unos referentes

Su primera creación fue “O autogiro”, una figura con forma de helicóptero. Desde entonces no fallaron ni una sola vez. “Siempre que hubo exhibición Rabo de Galo participó”, asegura Lorinda Fernandez, representante de la Asociación de Vecinos. En este sentido, a lo largo de los años llegaron a presentarse a los concursos con réplicas de elementos representativos de la ciudad como la estatua de “O Mouchiño” -situada en los jardines de Padre Feijoo o el molino de las Termas de O Muiño, aunque también representan tradiciones como el magosto o la matanza. “Siempre destacamos por el aspecto artístico, intentamos llevar la tradición a nuestras creaciones”, indica Fernández.

Tres meses antes los vecinos se reúnen en una bodega o bajo de alguna de las casas del vecindario para proponer ideas. A partir de ahí empieza el trabajo de elaboración. “Algunos se dedican a la parte más de carpintería, otros preparan el musgo o se encargan del resto de detalles que sean necesarios”, explica la representante de los vecinos.

Con todo, hace unos años dejaron de participar en los concursos, organizando ellos mismos su propia fiesta en Rabo de Galo. “Fue todo un éxito, la gente se acercaba hasta aquí para ver lo que habíamos hecho cada año”, indica Fernández, aunque lamenta que este año no vayan a organizar nada “porque hay gente muy mayor y el relevo es poco”.

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