Mario, el joven de Ourense que puso cordura en una ciudad apagada

Dentro de las grandes historias que nos dejó el apagón en Ourense, está, sin lugar a dudas, la del joven que se puso a ordenar el tráfico rodado en pleno corazón de la ciudad.

"Me puse dirigir el tráfico con el objetivo de ayudar a descongestionar un poco la circulación"

Detrás de esta historia está el ourensano Mario C., de tan solo 18 años. El apagón le pilló en el centro de la ciudad y ante el caos que se formó por la falta de semáforos y la nula presencia policial se puso a regular el tráfico en el cruce de las calles Concejo y Juan XXIII: “Vi que el caos era tremendo y me puse dirigir el tráfico con el objetivo de ayudar a descongestionar un poco la circulación”, explica el joven. Detrás de su desinteresada iniciativa, también se esconde una pequeña pasión: “Siempre desde pequeño me gustaron los coches y el tema de tráfico, aunque ahora me gustaría formarme como militar”, explica Mario.

Faltas de respeto

Aunque la mayor parte de los conductores fueron respetuosos, e incluso hubo quien le prestó el chaleco reflectante para que pudiera ejercer mejor su labor, también tuvo que enfrentarse a algún que otro improperio: “Hubo un par conductores que me insultaron y me gritaron que saliera de ahí”, apunta el joven.

Ejemplos como el de Mario son una muestra clara del civismo y la solidaridad que despertó el apagón en muchos ciudadanos, pero también dejan al descubierto una triste realidad en esos momentos: la falta de efectivos policiales. “Estuve prácticamente dos horas regulando el tráfico y por allí solo apareció un coche de Policía para increparme por lo que estaba haciendo. Además, llamé varias veces al 112 para alertar de la situación, pero no me hicieron ni caso”, explica Mario C., quien prefiere mantener sus apellidos en el anonimato por temor a posibles represalias en forma de multa: “Sé que mi acción no gustó mucho en las fuerzas de seguridad”.