¿Por qué no todo al verde?

Recientemente, y después de una eterna demora en los plazos, comenzaron las obras de rehabilitación integral del Jardín del Posío, aquellas que se gestaron, tras las numerosas protestas vecinales, en el mandato de Jesús Vázquez, y que se aprobó definitivamente en septiembre de 2021, con el popular Jorge Pumar como concejal de Medio Ambiente. Desde entonces, un largo proceso administrativo, con el obstáculo de la falta de fondos del Concello de Ourense de Gonzalo Pérez Jácome, que no situó la reforma entre sus prioridades, provocó que la maquinaria no entrase hasta este pasado mes de febrero a realizar los trabajos, casi tres años y medio después de que el proyecto estuviese preparado.

El proyecto, que ejecuta la constructora viguesa Prace Servicios y Obras, que ganó el concurso por 2,6 millones de euros, contempla entre sus objetivos evocar sus orígenes como parque botánico, donde la fauna y la flora vuelvan a ser los protagonistas -hoy no quedan animales en él y la cafetería lleva cerrada desde 2021-. Las obras deberían llevar tres años hechas, pero ahora los plazos indican que estarán completamente rematadas en marzo de 2026, aunque la “jurisprudencia” municipal invita a pensar más en 2027 como fecha de reapertura.

Se trata de la segunda gran remodelación integral del jardín ourensano más antiguo, impulsada tras la oleada de protestas que en 2018 cristalizó en una plataforma ciudadana -Dignidade para o Posío- y que dio acceso a la aportación de ideas. La primera reforma defraudó, y de esta lo que se conoce es que la apuesta por el verde vuelve a ser escasa. El cementazo del paseo central -pavimento de piedra- se sustituye por un terreno de textura arenosa, que en teoría aporta menos calor. El propio Concello reconocía en el inicio de las obras que apenas se incrementa la masa vegetal, cuya reducción fue una de las grandes protestas de la primera remodelación culminada por el entonces gobierno de Cabezas. En principio se potencia el ocio sobre el verde, reforzando dicho paseo central, reconstruyendo la cafetería -que sí tendrá una cubierta vegetal-, creando dos terrazas (una en el paseo central y otra en la parte superior, en la zona infantil), los baños y el espacio infantil. Los espacios verdes y la botánica queda, sin grandes alardes, para la parte baja, colindante con Progreso.

Los intocables

Según se recoge en las condiciones de las obras, y al ser un bien protegido, no se podrá tocar el aviario, el palco de la música del siglo XIX, el cierre -hace siete años, se llegó a poner sobre la mesa cargarse el cierre de la parte norte, con una gran polémica que obligó a desechar la idea- o el estanque.