Los okupas de la Kasa Negra: “Aquí viven niños, no pueden desalojarnos”

En menos de una semana, la vida de los okupantes de Recauchutados Herco ha dado un vuelco radical. Aunque vivían sin lujos, al menos contaban con un techo bajo el que guarecerse del frío y la lluvia, y donde criar a sus familias. Todo eso podría quedar reducido a escombros en cuestión de horas.

El proceso de urbanización de la parcela situada al final de la calle Ponferrada avanza a buen ritmo, y los residentes de la conocida como Kasa Negra temen que su turno de desalojo llegue más pronto que tarde. En los últimos días han perdido el suministro de agua y les han cortado la electricidad, lo que ha hecho que tareas cotidianas como cocinar o asearse resulten prácticamente imposibles. “La excavadora rompió las tuberías por las que nos llegaba el agua; ahora tenemos que apañarnos con botellas”, lamentan algunos de los okupantes de esta propiedad abandonada.

Una de las principales preocupaciones en este momento son los dos menores que viven en el lugar. Ambos están escolarizados, y el derribo de su vivienda implicaría un cambio de colegio y la intervención de los Servicios Sociales para determinar un nuevo alojamiento. Mientras tanto, los okupantes han comenzado a organizarse y a buscar apoyo en otros colectivos vinculados a la Kasa Negra para explorar posibles soluciones.

Además, se han personado en el Concello con el objetivo de consultar el expediente de urbanización y averiguar si existe una orden de desalojo que los obligue a abandonar lo que hasta ahora ha sido su casa. “Es nuestro hogar, no tenemos dónde ir” explican algunos de ellos que defienden la buena relación que han mantenido siempre con los vecinos de la zona.