El oro se convierte en un valor seguro ante la inestabilidad geopolítica mundial

El oro como metal precioso es uno de los refugios económicos más importantes, ya sea a título individual como para las reservas financieras de países. La inestabilidad geopolítica es el principal factor que hace que su valor en el mercado sufra grandes variaciones. En situaciones de guerras y de incertidumbre los países más vulnerables hacen acopio de reservas de oro para poder actuar en caso de necesidad y tratar de reducir las desigualdades frente a los países más ricos del mundo. Cuando esto sucede, el valor del oro se incrementa, convirtiéndolo en un bien aún más preciado.

Estos casos se podrían extrapolar a personas individuales. Con el bum inmobiliario del 2008 en España también se produjo un bum de las tiendas de “compro oro”, que surgieron como un refugio seguro para muchos ciudadanos que optaron por vender joyas o piezas de oro que tenían en sus hogares para poder obtener liquidez de forma fácil y rápida.

El precio del oro ha ido aumentando durante el último año motivado por la inestabilidad geopolítica

Esta inestabilidad geopolítica también se ha notado en los establecimientos de compra de oro de Ourense, donde los precios han experimentando un gran incremento. “Desde principios de año estamos notando una subida”, explica Angélica, de la tienda Goya Oro y Plata. Esto ha provocado que muchas personas que no tenían pensado vender oro hayan aprovechado esta oportunidad para sacar beneficio de aquellas joyas que tenían en sus casas y que, o bien no tenían valor sentimental, o bien estaban rotas. Pero también supone una ocasión única y sencilla para aquellas personas que necesitan una pequeña inyección de capital para poder llevar a cabo un proyecto, financiarse los estudios o sencillamente cumplir un sueño.

Perfil del vendedor

Este es el caso de Susana, una ourensana que ha decidido acudir a una de estas tiendas, aprovechando algunas joyas estropeadas o desparejadas, que en su momento fueron de su madre y que en la actualidad no se pondría. Al ver que las piezas de joyería estaban deterioradas, decidió preguntar por su valor en un establecimiento de compro oro para saber cuánto dinero podría obtener de esa venta. Con la subida del precio del metal precioso las personas que acuden a estas tiendas pueden conseguir un buen pellizco, ya que en la mayoría de las ocasiones, el dinero que reciben por esa venta es muy superior al precio de compra que esas joyas o piezas de oro tuvieron en su día.

A pesar de la frecuencia con la que acuden los ciudadanos a vender oro a estas tiendas especializadas, Javier, de Oro Premium, aseguró que “hay mucho tabú sobre el tipo de personas que acuden a negocios como este”. En la actualidad sigue presente la idea de que se trata de gente que vive al límite y que se ven obligadas a desprenderse de sus bienes más valiosos para poder subsistir. Angélica confirma que sí acude alguna persona con ese perfil, pero que no son la mayoría.

Muchas personas venden joyas de oro en mal estado para sacar algo de dinero por piezas sin utilidad o valor sentimental

El grueso de la gente que se pasa por estas tiendas va con joyas rotas, desparejas o pasadas de moda para obtener dinero a cambio de algo a lo que no le iban a dar uso, y también curiosos que preguntan por el valor del oro para considerar la venta de este. La alta cotización internacional del metal en periodos de incertidumbre económica es el principal motivo que anima a muchos a deshacerse de piezas que no usan, convirtiendo un objeto olvidado en un refugio seguro.

Todas las piezas que se venden tienen que estar debidamente identificadas

Aunque la venta de oro es un proceso sencillo, hay varios detalles que se deben tener en cuenta. Lo primero de todo es que el precio al que se pague el oro está condicionado por su pureza, por lo que el oro de 18 quilates se puede llegar a pagar hasta a 70 euros el gramo, mientras que el de 14, a unos 50 euros. También influye el tipo de pieza, ya que si se tratan de joyas personalizadas, especiales y únicas, su valor también se ve incrementado, y su estado de conservación. En algunos establecimientos aprovechan estas piezas para devolverlas al mercado, en lugar de llevarlas a fundir para convertirlas en lingotes de oro.

Eso sí, todas las piezas de oro que se llevan a estos negocios han de ser debidamente identificadas. Toda la información sobre las joyas u objetos de oro que acaban en estos establecimientos deben ser reportadas a la Policía, ya que su registro permite seguir el historial de la pieza. Si una joya es denunciada como robada, la Policía puede cotejar la descripción con los registros de las tiendas de compro oro.