Ourense busca solución al calor extremo en una red de refugios climáticos

Pese a que Ourense albergará un proyecto pionero para el estudio y construcción de refugios climáticos, cualquier ciudad goza de múltiples rincones que encajan dentro de esta descripción. Estos espacios públicos, tanto interiores como exteriores, que permiten protegerse de calor o del frío extremo, son lugares que ya existen sin necesidad de construir nada nuevo, aunque en la mayoría de los casos no se tiene conocimiento. A pesar de no existir un registro que aglutine estos espacios, Ourense cuenta con zonas que, por sus características, se encajan dentro de la descripción de refugio climático.

Bibliotecas municipales, centros cívicos, centros comerciales, mercados, museos, zonas verdes, parques con sombra y agua, y piscinas públicas, son algunos de los lugares de referencia. En los primeros, los edificios cuentan con climatización, ofreciendo un ambiente agradable y fresco en las horas centrales del día. El Centro Comercial Ponte Vella es uno de los lugares más concurridos cuando el termómetro alcanza valores extremos. A pesar de tratarse de un espacio privado, tiene una gran superficie climatizada en la que cobijarse del calor y pasar un rato agradable.

Los museos o espacios culturales, aunque pocos los que están abiertos al público, también encajan en el listado, ya que proporciona unas condiciones óptimas para la salud y una oferta cultural de interés. Entre estos refugios no pueden faltar las piscinas públicas como las de Oira, principal vía de escape de los ourensanos frente al calor. También se incluyen las zonas fluviales y termales, lugares en los que poder refrescarse, descansar o practicar algún deporte.

En esta ecuación entran las zonas verdes, parques y jardines que tengan sombra y agua. Aunque algunos puntos estratégicos de la ciudad se hacen llamar “pulmón”, la realidad es que los espacios naturales en el área urbana son cada vez menos, marcadas por la tala de árboles y el incremento de las zonas grises. En Ourense sería necesario plantar más de 26.000 ejemplares para cumplir los ratios recomendados por la OMS. En la actualidad hay un total de 8.255, una media de un árbol por cada 12 ourensanos. Ante una situación de incremento de las temperaturas, la presencia de vegetación en la ciudad es cada vez más necesaria, ya que actúa como filtro de partículas contaminantes, además de absorber el dióxido de carbono.

Hay que destacar que las zonas verdes de la ciudad no se encuentran repartidas de manera igualitaria. El 80% se encuentran en la margen izquierda de la ciudad. Por lo tanto, los barrios de A Ponte, Covadonga y O Vinteún no gozan del mismo nivel de refugios climáticos exteriores como sí lo hacen otras zonas de la ciudad.