Ourense hacia el cielo: investigación, tecnología y talento en torno al dron

ASALTAR LOS CIELOS

La UVigo lidera desde la ciudad de Ourense diversos proyectos europeos. Además, se usa esta herramienta en diferentes ámbitos

Valentina Costas y Bruno Sánchez con uno de los drones que usan.
Valentina Costas y Bruno Sánchez con uno de los drones que usan. | Xesús Fariñas

En Ourense, los drones ya no son un simple entretenimiento. Desde la investigación universitaria hasta la topografía o la creación audiovisual, estas aeronaves se han convertido en una herramienta cotidiana para científicos, ingenieros y aficionados.

En el campus de Ourense, Higinio González, catedrático de la UVigo, es un gran experto en estas aeronaves. Coordina el máster en Sistemas Aéreos no Tripulados y es recientemente ha sido nombrado director del Instituto de Física e Ciencias Aeroespaciais (IFCAE). “Los drones han permitido democratizar los trabajos aéreos. Lo que antes necesitaba un helicóptero ahora puede hacerse con mucha más precisión y a un coste muy reducido”, explica.

Desde Ourense, la UVigo lidera proyectos europeos como Radians, centrado en robótica aérea avanzada para inspección de infraestructuras, y Airflows, que aplica los drones a la monitorización del sector forestal y agrícola. “Estamos trabajando en tecnologías que permitan a estas aeronaves realizar tareas de mantenimiento o incluso transportar pequeñas cargas en situaciones de emergencia”, señala.

En el ámbito empresarial, la ingeniería ourensana Sertogal, demuestra el potencial práctico de esta tecnología. Uno de sus responsables, Bruno Sánchez, los considera indispensables. “Los empleamos para topografía e inspección de líneas eléctricas, parques eólicos o plantas fotovoltaicas”.

La empresa trabaja con drones equipados con Lidar, capaces de generar modelos 3D detallados, y con aeronaves de ala fija para fotogrametría. “El Lidar es como un escáner, lanza pulsos de luz y obtenemos una nube de puntos del terreno. Lo que antes llevaba semanas, ahora lo hacemos en horas”.

El sector audiovisual también ha vivido una transformación con la llegada de esta tecnología. El realizador ourensano Marcos Conde lo explica: “En documentales antes pasabas horas buscando un sitio alto para ver el paisaje. Cuando me hablaron de los drones fue una pasada. Colocas la cámara donde quieres, sin barro, sin árboles delante, y con total libertad de ángulos”.

Además, recuerda el contraste con los inicios de siglo: “Una obra de helicóptero costaba 300.000 pesetas. Hoy cualquiera puede tener una imagen aérea. Se ha democratizado absolutamente”. Aun así, alerta de que el uso masivo también trae abusos: “He visto drones volando pegados a corredores en carreras de montaña. Hay que saber utilizarlos”.

En el plano aficionado, Alberto Álvarez, vecino de Cartelle y conocido en YouTube como AIRVIEWSTUDIO, acude a los lugares que más le inspiran para grabar paisajes desde el aire, incluidos parajes de la provincia para luego subirlos a Internet. La comunidad de usuarios de dron no deja de crecer.

“Gústame planificar cada voo con detalle. O dron permíteme descubrir sitios aos que non chegaría doutra maneira”, cuenta Álvarez. Para él, la afición es también una forma de explorar. “Desde que teño o dron coñecín máis sitios que no resto da miña vida”, destaca.

En tierras ourensanas el cielo ya no es solo territorio de las aves, también es laboratorio, herramienta y un elemento más de futuro que ya es presente.

"Temos unha dictadura dronera en España"

La regulación del uso de drones en España está definida por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que es la autoridad responsable de establecer las normas, categorías de vuelo, requisitos de los pilotos y régimen sancionador. El marco lesgislativo actual se basa en la normativa europea y en un Real Decreto que ordena el uso civil de los sistemas aéreos no tripulados y fija dónde pueden operar y con qué condiciones.

Esta regulación introduce las zonas geográficas UAS, lugares especialmente sensibles para el vuelo de drones por diversos motivos. En la provincia de Ourense, las áreas próximas a parques naturales como O Invernadoiro o la Serra da Enciña da Lastra, además de espacios urbanos y zonas con aeródromos o helipuertos próximos, figuran entre los puntos en los que el vuelo está condicionado o directamente vetado. A través de la plataforma ENAIRE, los usuarios pueden comprobar si un vuelo es libre, si exige permisos o si no está permitido el vuelo en ningún caso.

González considera una regulación fuerte pero cabal: “Es cierto que la legislación es restrictiva, pero también hay que decir a su favor que las operaciones son seguras. En diez años de normativa, apenas hay accidentes”, explica.

Por su parte, Álvarez ofrece una visión muy diferente: “Temos unha ditadura dronera en España. En Portugal pides unha autorización e podes voar na cidade, aquí é moi difícil, as veces parece que os drons foran extraterrestres”, lamenta.

Un máster de referencia

El Máster en Sistemas Aéreos no Tripulados, impartido conjuntamente por la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad de Vigo, es uno de los pocos másteres universitarios oficiales que existen en este campo en España. La formación está centrada en el diseño, fabricación, certificación y mantenimiento de estos sistemas. Cuenta también con el respaldo de la Consellería de Economía e Industria de la Xunta.

En el curso académico 2025/2026 el Campus de Ourense tiene cubiertas 10 de las 12 plazas ofertadas. La construcción del nuevo edificio de aeronáutica (las obras empezaron este verano) permitirá un mejor desarrollo de estos estudios.

Al tratarse de un título oficial dentro de EEES (Espacio Europeo de Educación Superior), no sólo es muy valorado a nivel profesional, sino que es además reconocido en convocatorias públicas de becas y oposiciones. Además, permite acceder a los programas de doctorado, realizar la tesis doctoral o investigar en este campo de alta especialización.

Además, estos estudios cuentan con una estrecha vinculación a proyectos estratégicos como la Civil UAVs Initiative, liderada por la Xunta de Galicia y pionera en Europa para fomentar un ecosistema de innovación en el sector aeroespacial.

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