La Policía seguía desde hace más de un año en internet al menor de Padrenda acusado de yihadismo

El adolescente de 16 años detenido el martes en Padrenda por su radicalización en los postulados del Estado Islámico de Irak y el Levante (Dáesh) estará los tres próximos meses en el centro de reforma Teresa de Calcuta de Madrid hasta que se revise de nuevo la medida cautelar interesada por la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional y teniendo en cuenta que solo puede estar internado nueve meses como máximo antes del juicio.

En este tiempo, el equipo técnico del Juzgado Central de Menores contará con las “tripas” de los ordenadores y teléfonos móviles incautados en su casa a través del volcado de la información que contienen todos los dispositivos aprehendidos. La Policía Nacional debe clonar el contenido para cerrar la investigación en torno a tres posibles delitos: adoctrinamiento a terceros (captación); autodoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo (este último delito con carácter subsidiario). En la vivienda que el menor compartía con su madre, hermanos y abuela no había explosivos ni armas. Fuentes judiciales confirmaron a este diario que no estaba entre sus planes perpetrar un atentado terrorista. No se detectaron actos preparatorios.

La operación policial coordinado desde la Audiencia Nacional culmina tras “año y medio de seguimiento” del menor y sus distintos perfiles en varias redes sociales (TikTok, Facebook, Telegram, WhatsApp e Instagram), además de otros medios de investigación.

La investigación comenzó a finales de 2023 cuando los agentes del grupo antiterrorista de la Policía Nacional detectó a una menor profundamente ideologizado en la narrativa yihadista, realizando continuamente menciones expresas a acciones de martirio y ejercicio de la yihad violenta, así como de propaganda terrorista oficial. Hacía acopio de abundante material propagandístico de Dáesh.

El joven, quien pasaba largas horas conectado a internet, está considerado por los investigadores como un chico muy inteligente que se manejaba perfectamente en dos idiomas (inglés y francés), además del castellano y gallego.

Las pruebas recabadas apuntan al proceso de radicalización del detenido en cuanto al seguimiento de los postulados del Estado Islámico, la propaganda yihadista, las consultas de manuales para fabricar explosivos así como otras publicaciones contrarias a las mujeres que no llevan la cabeza tapada (uso del hiyab) y homófobas. El joven, según fuentes cercanas al caso, coleccionaba banderas de la yihad y escuchaba los nasheed (piezas musicales contra los infieles que glorifican el combate y las operaciones violentas).

Valoración

El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, elogió este jueves la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que llevaron a cabo la operación con “absoluto respeto y escrupulosidad” para evitar filtraciones. Blanco destacó la importancia de estas intervenciones para frenar la captación de jóvenes a través de internet y reafirmó el compromiso del Estado en la lucha contra el terrorismo en todos sus frentes.