La Audiencia Nacional detiene a un menor de Padrenda, Ourense, por enaltecer el terrorismo yihadista

INERNAMIENTO EN RÉGIMEN CERRADO

En Padrenda, Ourense, fue detenido un adolescente yihadista por adoctrinar y enaltecer el terrorismo. El joven fue internado en un centro en régimen cerrado de Madrid por orden de un juzgado central de la Audiencia Nacional

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Bande cooperó con la operación policial y el registro.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Bande cooperó con la operación policial y el registro. | Iago Cortón

La Audiencia Nacional acordó a última hora de la mañana del miércoles la medida cautelar más severa en caso de delincuentes que no han cumplido la mayoría de edad: el internamiento en régimen cerrado de un adolescente de 16 años, vecino de Padrenda, Ourense, en un centro de reforma de la comunidad autónoma madrileña por orden del Juzgado Central de Menores y previa petición de esa medida cautelar por parte de la Fiscalía de Menores de ese mismo órgano judicial. El joven había sido detenido el pasado martes en el marco de una operación contra el terrorismo yihadista, que contó con la colaboración del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Bande.

El ourensano, quien actuaba como lobo solitario en el seno de una familia totalmente normalizada, pasaba horas y horas en internet consultando el ideario islamista radical. El Ministerio Público le atribuye presuntos delitos relacionados con el adoctrinamiento a terceros a favor del Daesh, autoadoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo, todo ello en el plano online.

La operación del grupo antiterrorista de la Policía Nacional se desarrolló a primera hora de la mañana del martes y el joven fue conducido directamente a Madrid tras el registro llevado a cabo en su vivienda y supervisado por la letrada de la administración de justicia (LAJ) del juzgado de Bande. Ayer pasó a disposición del Juzgado Central de Menores y la Fiscalía abogó por su internamiento en el centro Teresa de Calcuta, con programas específicos para este tipo de delitos.

Proceso de radicalización

Los investigadores comenzaron a seguir el rastro del menor en el año 2023 a través de publicaciones en redes sociales como Instagram, TikTok, WhatsApp, Facebook y Telegram, en alguna de ellas con varios perfiles. En ese seguimiento, comprobaron su proceso de radicalización en cuanto al seguimiento de los postulados del Estado Islámico, la propaganda yihadista, las consultas de manuales para fabricar explosivos (no fueron hallados en su casa y fue descartada la intención de perpetrar atentados en estos momentos) así como otras publicaciones contrarias a las mujeres que no llevan la cabeza tapada (uso del hiyab) y homófobas. El joven, según fuentes cercanas al caso, hacía un seguimiento de publicaciones con las banderas de la yihad y escuchaba los nasheed (piezas musicales contra los infieles que glorifican el combate y las operaciones violentas).

La utilización de medios online y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías han abierto una ventana de oportunidad para las organizaciones terroristas, tal como evidencian las operaciones de estos últimos años.

En el caso del ourensano, no se limitaba a consultar, sino también a difundir entre terceros, con labores de proselitismo.

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