El precio del alquiler en Ourense, de los más baratos en España, se cuela entre los que más suben

13,7% MÁS ALTO

El alquiler en Ourense sube un 13,7% en 2025, una de las mayores alzas de España, aunque sigue siendo de las capitales más baratas con 8 €/m².

Publicado: 01 oct 2025 - 10:38 Actualizado: 01 oct 2025 - 10:39

Anuncio de viviendas en alquiler en las calles de Ourense.
Anuncio de viviendas en alquiler en las calles de Ourense.

El mercado del alquiler en España cerró el tercer trimestre de 2025 con un incremento interanual del 10,9%, aunque en comparación con el trimestre anterior registró una ligera caída del 1,3%, según el último informe publicado por el portal Idealista. El precio medio nacional se situó en 14,5 €/m² al mes, con máximos históricos en 18 capitales, entre ellas Madrid, Barcelona, Palma, Alicante o Sevilla.

En este contexto de fuerte encarecimiento, Ourense destaca como una de las provincias con mayor subida interanual, con un 13,7%, situándose junto a Segovia (+18,7%), Zamora (+17,7%) o Guadalajara (+15,4%) entre las que más aumentaron.

A pesar de este crecimiento, la ciudad de Ourense se mantiene entre las más baratas del país: el metro cuadrado se paga a 8 €/m², al nivel de Jaén y solo por encima de Lugo y Ciudad Real (7,7 €/m²). Muy lejos de las capitales más caras, como Barcelona (24 €/m²), Madrid (22,7 €/m²) o Palma (18,4 €/m²).

Comunidades autónomas

Por comunidades autónomas, todas registraron subidas. Castilla-La Mancha (+13,3%), Madrid (+12,2%) y Andalucía (+12,1%) lideraron los incrementos, mientras que Extremadura (+2,7%) mostró la evolución más moderada. En cuanto a precios, Madrid se consolida como la autonomía más cara (20,9 €/m²), seguida de Baleares (19,2 €/m²) y Cataluña (19,1 €/m²). En el lado opuesto se sitúan Extremadura (7,3 €/m²), Castilla-La Mancha (8 €/m²) y Castilla y León (8,9 €/m²).

En este panorama, Ourense refleja una paradoja: es una de las provincias donde más crece el alquiler, pero sigue siendo de las más asequibles de España. Una situación que, aunque mantiene precios bajos en comparación con los grandes núcleos urbanos, evidencia la presión creciente que empieza a notarse también en territorios tradicionalmente más económicos.

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