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TODAVÍA NO MULTAN
Los siete nuevos radares de la ciudad colocados por el gobierno de Pérez Jácome llevan ya activos un mes y medio, ya que se pusieron en marcha el martes 16 de septiembre, coincidiendo con la Semana da Mobilidade. En este periodo, los cinemómetros captaron ya a 4.539 vehículos con exceso de velocidad, según las fuentes consultadas por La Región. Esto supone una media de 92 conductores diarios.
Este sistema de control del tráfico rodado cerca todas las entradas y salidas al casco urbano. Concretamente, están ubicados en: la avenida de Marín, Eulogio Gómez Franqueira, la N-120 (O Pino), Nosa Señora da Saínza, la carretera de Seixalbo, la avenida Otero Pedrayo y la calle Pena Trevinca.
El radar que más infractores ha “cazado” es el que está ubicado en la N-120 a la altura del matadero, una zona en la que la máxima de la vía pasa en solo unos metros de 100 kilómetros por hora a 50, velocidad a la que está limitado el cinemómetro. Por su parte, el único dispositivo que está limitado a 30 km/h, ubicado en la calle Pena Trevinca, ha captado desde septiembre a 1.260 vehículos excediendo la velocidad, aunque al igual que en el resto de cinemómetros, habría que restar a los servicios de emergencia que van en servicio de urgencia.
Por el momento, los conductores que han sido “cazados” superando los límites de velocidad no deberán abonar la correspondiente sanción. Solo reciben avisos de denuncia, que no se traducen en multa, para concienciar a la ciudadanía. De hecho, todavía no hay una fecha fijada para que comiencen las sanciones económicas y termine este periodo de gracia.
Las sanciones que implican el exceso de velocidad van desde los 100 euros, 50 si se paga en los primeros 20 días naturales desde la notificación, hasta multas de 600 euros y la pérdida de 6 puntos del carné de conducir.
En un escenario hipotético en el que todos los conductores captados hasta ahora por los radares de la ciudad superasen la velocidad máxima en menos de 20 kilómetros por hora y pagasen en los primeros días, por lo que les correspondería una multa de 50 euros, el Concello habría recaudado desde su puesta en marcha si ya sancionasen un total de 226.950 euros. Esto indica que de mantenerse esta tendencia, en la situación más favorable para los conductores, el consistorio recaudaría 1.690.545 euros anuales.
Para ponerlo en contexto, el Concello recaudó en 2024 poco más de dos millones de euros en multas, por lo quen una vez comiencen las sanciones económicas de los radares, podría llegar a duplicar esta cantidad.
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