Un sacerdote amenazado de muerte en Nigeria: ”Donde queman iglesias, oficiamos bajo los árboles”

La libertad religiosa retrocede en todo el mundo. Así lo indica la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada en su informe bianual, que esta pasada semana se presentaba en Ourense, acompañado por el testimonio del Padre Patrick, un párroco nigeriano amenazado de muerte en su país de origen.

“La situación está cada vez peor”, indicaba el responsable de promoción de la fundación, José Fernández Crespo, quien ha señalado como ejemplos más patentes la expulsión de religiosos de Nicaragua, o el avance de grupos terroristas de carácter islámico en países africanos. ”Nuestro informe analiza los 140 países donde estamos activos, y los resultados reflejan que al menos existe discriminación en 62 de ellos, de los cuales 52 se encuentran bajo un régimen autocrático. Estos gobiernos están dando cada vez más pasos para implantar políticas etnoidentitarias, y ahí empieza la discriminación”. Otro de los puntos que señala Fernández Crespo es que “uno de cada seis cristianos en el mundo está perseguido o discriminado”.

Buscan desanimar a quien participa en los sacramentos, y disuadir a los que entran en la Iglesia

También en Europa

Aunque no se puede comparar la gravedad de la situación que se vive en África o América Latina, Ayuda a la Iglesia Necesitada también detecta retrocesos en Europa. Gómez Crespo explica que “se trata de una discriminación educada, que se refleja en leyes que atentan contra la libertad religiosa, o de pensamiento”. En España muestra como ejemplos “la discriminación de la asignatura de Religión en las leyes educativas, o la imposibilidad de acogerse a la objeción de conciencia a la hora de practicar una eutanasia o un aborto”.

Al finalizar el acto, los representantes de la fundación invitaron a los asistentes a firmar un manifiesto de apoyo a los cristinos que sufren discriminación, que quieren presentar ante la Unión Europea y la ONU, y que ha cosechado más de 6.000 firmas desde el pasado mes de octubre.

Misa bajo un mango

El testimonio del Padre Patrick, que no deseó ser fotografiado por motivos de seguridad, habla de un país donde se vive una abierta hostilidad contra quienes practican el cristinanismo. “Los creyentes viven su día a día con miedo, porque se ataca a las familias, que allí son el núcleo de nuevas vocaciones. Por eso los terroristas les atacan”.

Estos atacantes, indica el sacerdote, “son gente con nombre y apellido, pero las autoridades no toman medidas contra ellos, y permiten ataques violentos con cuchillos y piedras. Son ataques coordinados contra las comunidades cristianas”, que suman en el país casi 50 millones de personas. “Buscan desanimar a quien participa en los sacramentos, y disuadir a quienes quieren entrar en la Iglesia”, asegura el padre Patrick.

Al mismo tiempo, el testimonio del párroco habla también de comunidades resilientes, capaces de mandar a 1.000 jóvenes al seminario. “La figura del sacerdotes es el pilar de la comunidad. Donde se han quemado iglesias, se oficia misa bajo los árboles de mango. La gente y los jóvenes siguen acudiendo a las reuniones”.

Por eso, el sacerdote nigeriano pedía a los asistentes “Que recuerden la valentía de los cristianos en Nigeria, que viven en un ambiente perseguido y violento, y no olviden que la Iglesia no se basa en la indiferencia”.