EDITORIAL
La Región

El cepillo de la Iglesia recauda cada domingo 17.000 euros en Ourense

RECAUDACIÓN DE LA DIÓCESIS

Las aportaciones totales de los fieles alcanzaron en 2024 los 6,7 millones de euros, la mitad de lo embolsado por la Diócesis

El obispado de Ourense, sede de la diócesis.
El obispado de Ourense, sede de la diócesis. | La Región

Más de 15 millones en ingresos, medio millar de “empleados” y 2.700 propiedades inmobiliarias. No es una empresa, pero si lo fuera la Diócesis de Ourense se colaría seguro en el top 50 de las compañías ourensanas más potentes. Gestionar semejante volumen de negocio requiere muchas vías de financiación y la Diócesis de Ourense cuenta con varias. Las asignaciones tributarias del Estado, que en el año 2024 supusieron 4.844.687 euros, son solo una de ellas, ya que el principal sustento de la Iglesia en Ourense continúan siendo los fieles. Según los datos presentados por el órgano de gobierno diocesano, el volumen total de aportaciones de los feligreses -un paraguas que agrupa desde la moneda en el cepillo, hasta las suscripciones periódicas, pasando por donativos directos y herencias- ascendió en el último ejercicio a 6.733.818 euros, prácticamente la mitad de todo lo recaudado por el Obispado.

Si bajamos de la macroeconomía a la realidad de la calle, el compromiso del fiel ourensano se hace tangible cada fin de semana. Sumando los ingresos por las recaudaciones en los templos, cepillos y lampadarios, las 735 parroquias de la Diócesis recaudaron en 2024 una media de 16.727 euros cada domingo. Lejos de apagarse, pese a que la Iglesia perdió 3.400 fieles a lo largo de 2023, la colecta de los templos ourensanos no deja de crecer. En 2024 se situó en 627.228 euros, creciendo un 3,6% respecto al año anterior y un 21% respecto a 2022. En cambio, los ingresos por cepillos y lampadarios sufrieron una drástica caída del 20%, pasando 303.164 euros en 2023 a los 242.589 del pasado año.

Las cuentas de la Diócesis de Ourense también revelan una profunda desigualdad económica que refleja la realidad demográfica de la provincia. Los templos que más recaudan se encuentran ubicados en la ciudad y en las principales cabeceras comarcales. Además, de las 735 parroquias, tan solo 358 -menos de la mitad- han hecho públicas sus cuentas de 2024.

El ranking de recaudación lo lidera la parroquia de Santa María a Maior de Verín, que en el último ejercicio ingresó un total de 180.251,30 euros, consolidándose como el motor económico parroquial de la provincia. Le siguen de cerca dos templos de la capital: Santa Eufemia la Real del Norte -la conocida popularmente como Iglesia de Santo Domingo- con 163.408 euros, y el santuario de Nosa Señora de Fátima, que alcanzó los 94.426 euros. En cuarto lugar, se sitúa San Rosendo de Celanova, con más de 91.000 euros recaudados.

La otra cara de la moneda la representan parroquias donde la actividad económica es prácticamente nula. La parroquia con la menor recaudación registrada fue San Pedro de Cadeliña, en el concello de Chandrexa de Queixa, que apenas ingresó 30 euros en todo un año. Una situación entendible al tratarse de una aldea de menos de 10 habitantes. Le siguen en esta lista de mínimos Santa María de Alberguería en Laza (43,61 euros), Santa Baia de Maus de Salas en Muíños (98,27) y Santa Cruz en Chandrexa de Queixa (100).

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