La sanidad ourensana logra adjudicar todas las plazas MIR en un frenético esprint final

La adjudicación de plazas MIR rompió ayer su mala racha después de un lustro sin completar todas las vacantes. Desde la pandemia, los puestos vacíos se habían convertido en un habitual que este 2025 deja de serlo, gracias a un acelerón en los últimos minutos de la jornada que permitió cubrir toda la oferta.

El área sanitaria de Ourense inició el proceso de selección con 49 vacantes, con 21 de ellas de Atención Primaria. La especialidad más difícil de cubrir, que dejó el pasado año 13 vacantes, llegó a su último día con 10 plazas libres, que comenzaron a elegirse pasadas las 14,00 horas. Aunque el turno de mañana no dio muchas esperanzas a los profesionales de la provincia, que ya esperaban enfrentarse a algunos huecos libres a final del día, la dinámica dio un giro radical cuando, a partir de las 17,45 horas, Medicina Familiar y Comunitaria en Ourense comenzó a ser la elegida de los más rezagados en el proceso. Contra todo pronóstico, el peor augurio de la sanidad ourensana rompió ayer su tendencia y registró un aumento de la demanda que llega a cubrir finalmente todas las plazas en el año del regreso de la elección presencial y del fin de la nota de corte.

Tendencia nacional

La asignación MIR cerró esta edición consolidándose como un éxito que no se vivía desde el año 2020, cubriendo todas las plazas en el número de orden 13.433, tras tres semanas en las que los aspirantes han tenido que decidir la especialidad a la que dedicarían su futuro. El Hospital Público da Mariña, en Lugo, fue el último destino escogido en una tarde en la que Atención Primaria se desvincula de prejuicios como la carga asistencial o la situación de presión, para convertirse en la elección de muchos de los futuros residentes. Frente a lo sucedido el anterior año, cuando el proceso de asignación se resolvió con más de 470 puestos vacantes, en 2025 la sanidad española parece estar viviendo una ligera recuperación que permite cubrir todas sus plazas ofertadas.

No obstante, son muchos los mir que se han quedado por el camino, renunciando a su puesto ante la falta de especialidades de su agrado. Un total de 4.426 aspirantes han rechazado su turno y han preferido decantarse por volver a presentarse al examen el próximo año.