Una tractorada de ganaderos y agricultores por condiciones "justas" paraliza Ourense y San Cibrao

El sector ganadero y agrario sale este lunes a la calle para denunciar una situación "límite" que amenaza sus intereses. Ganaderos y agricultores se manifiestan en una tractorada para exigir medidas urgentes que garanticen unas condiciones de trabajo "justas" y un futuro digno para el campo.

La marcha comenzó en el Polígono de San Cibrao das Viñas, alrededor de las 11:00 horas de esta mañana, donde se concentraron alrededor de 30 vehículos. El siguiente paso que paralizará la ciudad es el tránsito desde el punto inicial por el Polígono Barreiros hasta llegar a la ciudad, que atravesarán hasta llegar a la subdelegación del Gobierno, a donde se espera que lleguen pasado el mediodía.

Rechazo a Mercosur y otras demandas

Uno de los principales motivos de la movilización es el rechazo a los acuerdos con Mercosur, que permiten la importación de productos procedentes de fuera de la Unión Europea sin los mismos controles sanitarios, medioambientales ni los costes que se les exigen a las explotaciones locales. El sector considera que esta competencia desleal pone en riesgo su viabilidad.

Bajo el lema “Gandeiros unidos” y “Sen campo, a cidade non come”, la protesta también reclama una Política Agraria Común (PAC) más justa, con menos burocracia y con ayudas reales destinadas a quienes viven y trabajan en el campo. Los profesionales del sector denuncian que el exceso de trámites administrativos y la falta de apoyo efectivo dificultan el día a día de su trabajo.

Otro punto clave, dicen, es la exigencia de indemnizaciones justas por las pérdidas derivadas de la dermatosis nodular bovina. Los ganaderos aseguran que no pueden asumir en solitario daños que no han provocado y reclaman la implicación de las administraciones.

Asimismo, se demanda un control efectivo de la población de jabalíes, cuyos daños constantes afectan tanto a las explotaciones ganaderas como a las tierras de cultivo. A esto se suma la defensa del uso del purín como abono, reivindicando que se trata de un recurso agrícola esencial y no de un residuo, dentro de un modelo de agricultura sostenible y responsable.

La manifestación también pone el foco en la pérdida progresiva de servicios públicos en el rural, como la sanidad, las escuelas y el tren. El sector advierte de que sin estos servicios básicos no hay futuro para los pueblos.