Emilio Cibeira, único residente de A Torre, en Ourense: “Se agradece que vengan extranjeros, si no esto queda sin nadie”
NÚCLEO RURAL
En el pueblo están prácticamente solos, ya que la mayoría de los vecinos no viven de forma continuada en la aldea y solo acuden ocasionalmente
Tomás Ospino vino en 2021 desde Colombia a la ciudad, pero posteriormente le salió una oferta de empleo en el sector avícola y se desplazó a vivir a la aldea de A Torre, en el municipio de Piñor. “Vivir aquí es más tranquilo sin el agite de la ciudad, donde todo es más ruidoso y más turbulento, aquí todo es más calmado”, señala.
Rosilda Rocha, su mujer, de origen brasileño, tiene en la casa que ambos comparten un centro de día de la Xunta en el que ayuda a personas mayores de la zona. De hecho, ella fue una de las primeras en ponerlo en marcha cuando comenzó esta iniciativa “Yo trabajo por la mañana en la avícola y mi esposa se queda aquí atendiendo”, explica Ospino. Además, su pareja trabaja también en una residencia de ancianos en San Amaro.
En el pueblo están prácticamente solos, ya que la mayoría de los vecinos no viven de forma continuada en la aldea y solo acuden ocasionalmente. Por ello, el único residente con el que conviven en la aldea es Emilio Cibeira. “Aquí somos solo ellos y nosotros”, explica Cibeira. Tienen buena relación entre ellos, aunque no se ven mucho debido a que Ospino y Rocha trabajan mucho.
“Se agradece que vengan porque si no esto queda sin nadie. Si esto sigue así…”, reflexiona Civeira. La llegada de este matrimonio ha permitido coger algo de aire a un pueblo que le hacía mucha falta para poder seguir respirando.
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