Alimentación desde el aire a la fauna afectada por los fuegos

El paraje de Fonte de Cova (Carballeda de Valdeorras) fue el elegido para depositar las pacas de paja que ayer recogió un helicóptero de Tragsa, que trasladó a las vaguadas y parajes del entorno de Pena Trevinca para alimentar a la fauna silvestre. La actuación movilizará aproximadamente 60 toneladas que se esparcirán en las islas que se libraron de las llamas en los últimos incendios.

El helicóptero es utilizado para acceder a aquellos lugares de difícil acceso, complementando así las labores que hace algunas semanas comenzaron en tierra y que ya permitieron esparcir 18.000 kilos de paja, otros 4.000 de cereales y casi 600 de sal, productos pensados fundamentalmente para alimentar ungulados, herbívoros o mamíferos, como corzos, ciervos, liebres o incluso aves.

“No plan de alimentación da fauna silvestre a Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático recurriu a medios aéreos ante a dificultade de chegar por terra a certas zonas”, explicó la directora xeral de Patrimonio Natural, Marisol Díaz, quien estuvo acompañada por Tomás Fernández Couto y María Xosé Fernández Laxe, subdirector de Espazos Naturais y directora territorial de Medio Ambiente en Ourense.

La iniciativa, denominada “helimunching”, será llevada en los próximos días a los concellos de Larouco, Chandrexa de Queixa, Vilariño de Conso, A Veiga, Manzaneda, Montederramo, A Pobra de Trives y O Bolo, que también fueron castigados por el fuego y cuya orografía dificulta el acceso por tierra a ciertos puntos.

La técnica empleada se vale de redes con dos sujeciones fijas y dos que pueden ser abiertas. En ellas se colocan hasta 1.000 kilos de paja en grandes pacas de hasta 200 kilos, que son sujetas a la panza del helicóptero por eslingas y llevadas hasta los puntos en los que fueron avistadas masas de frondosas verdes, donde puede refugiarse la fauna silvestre. El piloto, Adolfo Sández, explicó que al llegar al punto fijado “se abren los ganchos y cae la paja”. Apuntó que cuanta más altura alcanza la aeronave, más se esparce la paja, y que esta circunstancia diferencia su utilización para alimentar animales o para evitar arrastres del terreno.

Voluntarios

El plan de Medio Ambiente contempla para el próximo 11 de octubre, y en A Veiga, el comienzo de la incorporación de voluntarios los fines de semanas y en octubre y noviembre, asumiendo la Consellería los gastos de estancia y alimentación, según explicó Marisol Díaz. Cada turno estará formado por aproximadamente 25 personas y en este programa participan una veintena de concellos.

María Xosé Fernández Laxe apuntó que los alimentos para la fauna silvestre también reducirán sus incursiones a los cultivos próximos a los pueblos.