Los chantadinos cortarán la vía a modo de protesta

La peor parte de este abandono al que está sometida la N-540 lo sufren los vecinos de los municipios por los que transcurre la vía: Lugo, Guntín, Taboada, Chantada y Carballedo, en la provincia de Lugo; y A Peroxa, Vilamarín y Coles, en la provincia de Ourense.

El retraso en la materialización de los arreglos ha agotado la paciencia de los lucenses. Es por ello que esta misma semana volverán las movilizaciones en la comarca de Chantada por el deplorable estado de una vía por la que tiene que circular a diario. Los días 4, 11 y 25 de abril tendrán lugar sendos cortes de la vía en el lugar de Soilán.

Esta manifestación será similar a las que tuvieron lugar en diciembre del 2023. Por aquella época, los convocantes de la protesta incluso enviaron una carta al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, solicitando el arreglo de una carretera que presenta un estado de peligrosidad elevado en muchos tramos por su pésimo estado de conservación.

La autovía tampoco llega

Mientras la situación de la carretera nacional se agrava, la autovía Ourense-Lugo (la A-56) sigue en pañales, aun cuando se suceden las peticiones de empresarios y constructores para que el Gobierno le dé prioridad.

Gran parte del proyecto continúa ahogado en burocracia. En octubre dieron comienzo las obras de la variante norte de la ciudad de Ourense. Cuando se pueda finalizar, allá por 2026, acompañaría al único tramo construido hasta ahora de la autovía: San Martiño-A Barrela.