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La portada de La Región de este domingo, 21 de diciembre
DROGA Y ARMAS
La operación de la Guardia Civil que llevó a prisión a las cinco personas supuestamente implicadas en el asalto violento a un constructor de Vilameá (Lobios) en la noche del 19 al 20 de enero tiene derivadas. Las joyas y móviles incautados en los nueve registros desplegados durante dos días podrían esclarecer otros robos cometidos en la provincia y sustanciarse en otros procedimientos penales.
Uno de los investigados, Petrica S., en su comparecencia ante la Guardia Civil ya detenido, habló largo y tendido. Ofreció detalles sobre un robo el 5 de septiembre del pasado año en Xinzo con un importante botín del que se desvinculó por completo. Pero, además, en los registros llevados a cabo en la casa de Jorge Luis G.Y. en Xinzo -también en la de su madre- apareció una importante cantidad de droga, algo más de dos kilos de cocaína, así como 1,3 kilos de metanfetaminas, muchísimas armas y munición.
Jorge Luis, quien trabajaba como informático del Concello, es el supuesto autor intelectual del robo que llevó al hospital a Manuel P.M., de 74 años, en estado grave. “No acudió al lugar de los hechos, pero presuntamente es el organizador: buscó la información de la víctima, reunió a los otros cuatro investigados y les indicó cómo debían trabajar”, asegura la jueza de Bande en el auto en que ordena la prisión provisional para todos ellos.
A Lobios se desplazaron, según el Instituto Armado, Petrica S., Ionel D.H., Mourad E.A. y Álvaro G.J., el único que quiso declarar ante la jueza para asegurar que solo se limitó a trasladar “a dos rumanos” al pueblo, sin intervención, aunque el fiscal cree que fue uno de los que se ensañaron con el constructor.
El presunto cabecilla (cuñado de Petrica) no siempre tuvo la condición de sospechoso. La Guardia Civil le dio el estatus de testigo protegido cuando acudió el 1 de febrero a la Comandancia. Allí aseguró que tenía la sensación de que unos vehículos policiales le seguían, que se sentía presionado y que quería aportar información sobre el atraco en Lobios; un robo en la calle Sargento Rodríguez de Xinzo con un botín de 33.000 euros y habló de las sustracciones en los estancos de Celanova, Castrelo de Miño y una tentativa en Vilar de Santos. Reconoció que tenía miedo de los verdaderos autores y que incluso había instalado cámaras de seguridad en su casa. En esa sorpresiva declaración implicó al resto de la banda que, por lo que él conocía, no habían encontrado los 150.000 euros que buscaban: solo habían conseguido 200 euros, una escopeta, relojes, joyas y tres móviles.
“Es la persona ante la que tenemos que rendir cuentas”, dijo petrica sobre jorge luis en su declaración ante los agentes
La investigación dio un giro espectacular cuando el pasado martes Petrica, ya detenido por su implicación en el robo violento, tiró de la manta. El imputado asegura que fue Jorge el cerebro del robo tras haberle dicho Mourad, alias Sáhara, que había una casa en un pueblo de Lobios con dinero, entre 30.000 y 80.000 euros. “Es la persona ante la que tenemos que rendir cuentas”, relató. Y detalló: “Organiza todo, es quien nos reúne a todos, quien nos dice cómo hacer el robo, que apaguemos los teléfonos móviles, la ruta que tenemos que hacer para llegar a la casa. Las reuniones las tenemos en su casa, es quien se queda las joyas de oro y es quien dice cómo repartir”.
El informático de Xinzo, según la versión del rumano, les dio instrucciones de cómo acometer el robo y les facilitó la ruta. Posteriormente, Mourad les envió la ubicación al propio Petrica, Ionel Daniel y Álvaro. En Vilameá se vieron los cuatro, incluido Mourad. Según esa versión, pensaban que la casa estaba deshabitada. El plan se descuadró cuando los perros comenzaron a ladrar y un señor con una linterna (el dueño de la casa) bajó al garaje. Petrica dice que él no pegó a nadie y que auxilió a Mourad en el registro del despacho del constructor para dar con el dinero. “Tenía que estar detrás de un mueble, en el interior de una pared, movimos un montón de cosas, pero no encontramos nada de dinero”, aseguró, tras una por espacio de una hora.
Este inculpado mostró a la Guardia Civil unas capturas de pantalla de su terminal móvil con la conversación que mantiene con Jorge Luis G.Y. (identificado en la agenda de su móvil como GT). Fue a través de Signal (aplicación de cifrado de extremo a extremo para comunicación privadas). En distintos momentos le dice: “Mira con calma que tenéis tiempo; sacad el coche a una zona que no se vea y listo. Hay tiempo de sobra. Pero apretar al viejo, dile que le hacéis daños a la señora, tiene que tener pasta, esa casa es un tío con mucha pasta y trabajar en la construcción, seguro que están en la pared, usad a la vieja”.
El asalto concluyó cuando se despertó la mujer y empezó a gritar. Antes de que cada uno regresara a sus casas (la ciudad y Xinzo), Jorge, según la versión de Petrica, es quien decidió qué iba a hacer con todo lo robado: las joyas y 120 euros. Incluso dos de los integrantes del grupo fueron a una joyería de O Couto a ver cuánto les daban por las alhajas. Les ofrecieron 1.800 euros por 42 gramos de oro, después 2.000, pero no aceptaron.
Además, relató a los agentes otro hecho delictivo -el robo de la calle Sargento Rodríguez de Xinzo- y les precisó a los agentes que Jorge tenía muchas armas en su domicilio y drogas en casa de su madre (posteriormente se comprobó y era cierto).
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