Ourense prueba su capacidad ante grandes incendios con un simulacro

CANIBELOS Y NAVES

La Xunta realizó un simulacro de incendios forestales en Ourense para evaluar la coordinación entre cuerpos de emergencia y la operatividad del plan Peifoga

Simulacro de incendios en Canibelos | La Región

A las puertas del inicio de la campaña de alto riesgo, Ourense vivió su primera prueba de fuego y nunca mejor dicho. La ciudad y Pereiro de Aguiar fueron el lugar escogido para realizar el simulacro de un incendio de tipo 2 -aquel que afecta áreas próximas a núcleos de población e infraestructuras críticas-.

El dispositivo arrancó pasadas las 10,00 horas con la activación del Peifoga (Plan especial de protección civil ante emergencias por incendios forestales) por la simultaneidad de dos incendios forestales en los lugares de Naves y Canibelos, en la ciudad.

Medios durante los simulacros
Medios durante los simulacros

El ejercicio simuló una emergencia por múltiples incendios para evaluar la respuesta coordinada de los distintos cuerpos implicados. Ante esta situación se movilizó a un total de 10 técnicos y agentes forestales, cuatro brigadas, la Unidad de Investigación de Incendios Forestales, así como efectivos del Grupo de Emergencias Supramunicipales de Pereiro de Aguiar, bomberos de Ourense y del Polígono de San Cibrao. En lo que se refiere al apoyo de seguridad ciudadana, se desplegaron miembros de la Policía Nacional Adscrita a Galicia, Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local y las agrupaciones de Protección Civil de Ourense, Barbadás y Pereiro.

Uno a uno, los diferentes cuerpos fueron llegando al puesto de mando avanzado ubicado en Canibelos. “Una vez que llegan aquí los distribuímos en dos grupos: por un lado, todos los cuerpos relacionados con bomberos y agentes forestales se destinan a apagar el incendio, y por otros los relacionados con seguridad ciudadana se dedican a proteger y confinar a la población”, explica Manuel Alfonso, miembro de Protección Civil.

Lugar de uno de los simulacros, con cortes
Lugar de uno de los simulacros, con cortes

Aunque el fuego fue ficticio, todo lo demás fue real. Desde la tensión que se vivió en los puestos de mando avanzado, hasta los operativos desplegados y la respuesta ante el avance del fuego. Este simulacro provocó que los vecinos de los núcleos de Naves, Canibelos, en Ourense; y los de Sabadelle y Tibiás, en Pereiro de Aguiar, fueran confinados en sus domicilios durante aproximadamente una hora por estar en “zona crítica”.

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